Sergio Berni: ¿Usted cree que en la Argentina van a quedar presos?

La frase del Secretario de Seguridad pone en evidencia que el gobierno sabe que la respuesta legal del país no es la adecuada para el grado de inseguridad que vivimos y así quiere que sea.

 

Una banda de sicarios mexicanos que se tirotea con las fuerzas de seguridad en Villa Crespo y otra de colombianos que a plena luz del día asalta a un ciudadano chino, que acababa de retirar una fuerte suma de dinero de un banco, en las puertas mismas del Congreso de la Nación.

No se trata de una película internacional de acción sino de la realidad cotidiana que vivimos los argentinos sin que nadie haga algo por asegurarnos un mínimo de tranquilidad.

Consultado por la prensa acerca de si prefería que quedaran presos en el país o fuesen expulsados del territorio, Sergio Berni, que volvió a plantear la necesidad de revisar las leyes migratorias, contestó con la frase que titula esta nota: ¿usted cree que en la Argentina van a quedar presos?.

Berni, como buen funcionario sólo ocupado en quedar bien con la temida Cristina, sólo atina a decir que “es necesario actualizar la justicia; fíjese que tenemos una Corte en la que todavía está un juez de 97 años”. Sólo importa hoy estigmatizar a Carlos Fayt, seguir adelante con el operativo de demolición del sabio jurista –tal vez el más importante que el país diera en las últimas cinco décadas- y demostrar que acá se hace lo que Cristina quiere y no otra cosa.

Tan enfrascado está en esa obsecuencia el funcionario que ni siquiera toma nota que son los integrantes de sus bloquen de diputados y senadores los responsables de esa puerta giratoria que él denuncia: tienen mayoría suficiente como para plantear los cambios que la sociedad exige y la realidad pide a gritos.

¿Porqué no lo hacen?. Tal vez en la causa de la efedrina que culminó con el triple crimen de General Rodriguez y condujo al financiamiento de la campaña electoral de la Presidente estemos encontrando la respuesta.

Lo más triste es entender que para una inmensa mayoría de ciudadanos esto no importa o ni siquiera reflexionan acerca de donde estamos parados.

Un territorio abierto a sicarios, traficantes de droga, delincuentes de toda laya que entran y salen de sus fronteras como si fuese su propia casa; vinculaciones de este delito creciente con la política, jueces corrompidos que por un puñado de dólares los devuelven a la calle como si nada hubiese pasado, vidas que se pierden diariamente entre quienes quieren cumplir con su obligación de combatir la ilegalidad y una Argentina denunciada en todos los foros mundiales como amigable con la delincuencia, nos devuelven el panorama de una nación sin futuro que, como observamos cotidianamente, ya está en manos del narcotráfico internacional.

Enquistado en las instituciones y asociado indisimuladamente con el gobierno nacional.

Y ya es hora de decirlo.