Viviana Fein había informado que el tiro que mató al fiscal «ingresó 2cm. por arriba de la oreja». Ahora es a la misma distancia pero atrás.
Documentos que no estaban y ahora están, tiros que entran al cerebro por arriba de la oreja y ahora entraron por detrás, horarios que no coinciden, testigos que no dijeron lo que dijeron, funcionarios que «informaron a la Presidente» y que después no informaron. Demasiadas contradicciones en una causa que por su impacto público debería ser tratada con más prudencia.
La fiscal Viviana Fein aseguró que el disparo que mató a su par Alberto Nisman fue «dos centímetros detrás de la oreja» y es
«Es compatible con un disparo autoprovocado, reitero, dicho por el (perito) interviniente que explicó técnicamente», sostuvo la mujer que se encuentra a cargo de la investigación del fallecimiento del titular de la Unidad Especial AMIA.
Sin embargo, la fiscal aseveró que a pesar de tener «personal muy capacitado», «aún no se puede establecer de modo categórico qué sucedió».
En ese sentido, Fein explicó que «la bala entró por el parietal temporal derecho», «quedó en la masa encefálica sin orificio de salida y fue extraído en la necropsia».
«Los informes médicos no hablan de balazo en la sien, nunca», aclaró la titular de la Fiscalía Criminal de Instrucción N°45 y afirmó que fue «a menos de dos centímetros».
En declaraciones a Canal 26, la fiscal aseguró que «hay otros ADN presentes, pero en otros materiales», aunque especificó: «No hay que confundir: en el arma, el cargador y los proyectiles, tiene ADN que se coinciden totalmente con el ADN del fiscal Alberto Nisman».
Por otra parte, Fein manifestó que en las cámaras del complejo Le Parc «no se vio nada en cuanto a la salida de (el excolaborador informático Diego) Lagomarsino del lugar».
Buenos Aires, NA.