Salvajismo islámico: Los yihadistas matan al rehén francés retenido en Argelia

Los yihadistas que retenían desde el pasado domingo al turista francés Hervé Gourdel cumplieron su amenaza y ejecutaron al rehén, ante la negativa del Gobierno galo de ceder a sus pretensiones y dejar de atacar las posiciones del IS en Irak.

Los terroristas repitieron la trágica puesta en escena de las ejecuciones de los periodistas americanos James Foley y Steven Sotloff y del cooperante británico David Haines y difundieron en Internet un vídeo con la ejecución. El Gobierno francés había reconocido que había pocas esperanzas de recuperar con vida a Gourdel, de 55 años y padre de dos hijos.

Fue secuestrado el domingo cuando hacía senderismo en la región de Cabilia, al este de Argel. Este guía de alta montaña natural de Niza había viajado al país para participar en una excursión de varios días junto con otro francés y algunos amigos argelinos. Amante de la aventura, era la primera vez que iba a esta zona montañosa e insegura.

El lunes, poco después de que el ministerio galo de Exteriores confirmara su rapto, sus captores difundían un vídeo en el que el rehén, rodeado de hombres enmascarados y armados con kalaschnikov, pedía a François Hollande que hiciera todo lo posible para liberarle. Los terroristas amenazaban con ejecutar al prisionero en 24 horas si Francia no cesaba los ataques contra sus bases en Irak.

París se sumó el pasado viernes a las operaciones contra las posiciones de IS en el norte del país impulsadas por Estados Unidos desde hace semanas. El presidente galo, François Hollande, había advertido desde Nueva York que Francia seguiría apoyando con estos combates a las autoridades iraquíes en la lucha contra el Estado Islámico y que no cedería a ningún ultimátum de los terroristas.

Laurent Fabius y Manuel Valls también insistieron en el mensaje y el ministro de Defensa anunció nuevos bombardeos contra el IS en los próximos días. «La posición de Francia es constante. Hacemos lo posible por liberar a nuestros rehenes, pero un grupo terrorista no puedo cambiar la posición de Francia», dijo desde Nueva York Fabius, que calificó la situación de «extremadamente crítica».

«Si cedemos, si reculamos un poco, les damos una victoria», insistió Valls, que dará hoy explicaciones al Parlamento sobre los bombardeos iniciados el pasado viernes en Irak. De cara a esta cita el primer ministro pidió «unidad, frente al terror que quiere golpear nuestros intereses y nuestros valores».

El ministerio del Interior galo mantiene el nivel de alerta de amenaza terrorista y ha pedido prudencia a los expatriados de una treintena de países en las zonas del Magreb, Oriente Medio y África. Con casi un millar de franceses implicados en la Yihad en Siria y en Irak, Francia, en la diana del IS, afronta una situación delicada. El ex juex antiterrorista Alain Marsaoud vaticinaba que Gourdin será el primero «de una larga lista de franceses que serán capturados».

La tensión y la incertidumbre por la suerte del rehén capturado derivó en confusión después de que el Ministerio del Interior anunciara la detención de tres presuntos yihadistas franceses en Turquía. Los sospechosos estaban fichados por los servicios secretos y habían sido expulsados del país tras su paso por Siria. El ministerio del Interior anunció su arresto y horas después sus abogados aseguraron que no habían sido detenidos y que estaban en libertad.

Habían ido a Siria el pasado mes de febrero. La policía les tenía vigilados por sus vínculos con una escuela coránica radical y les acusa de pertenecer a una red de reclutamiento de radicales para hacer la guerra santa.

Dos de ellos están vinculados a Mohamed Merah, el extremista que mató a siete personas en 2012 y que había escapado al control policial a pesar de haber viajado a países como Pakistán o Afganistán para instruirse en la Yihad. Uno de los sospechosos es el marido de la hermana de Merah y otro, un amigo de su infancia que había estado cuatro años en la cárcel por su pertenencia a una red radical. Según la cadena RTL, el grupo que retuvo a Hervé Gourdin es el mismo que reivindicó los atentados de Mohamed Merah.