Un día de muchos números que no serán buenos

Se conocerá el índice de pobreza, que estudios privados colocan por arriba del 40%, y la inflación de setiembre que estará rozando el 3% y superará al mes anterior. Los alimentos a la cabeza.

 

La inflación de septiembre se ubicaría en torno del 2,9%, con un aumento del 3,2% en los alimentos, aunque se comprobaron diferencias de hasta el 15% en las mismas familias de productos de consumo masivo entre las grandes cadenas de súper e hipermercados, supervisadas y controladas por el Gobierno, y los pequeños comercios de cercanía.

Así lo sostuvo la consultora Focus Market en su último relevamiento de precios de productos de consumo masivo, en el que advirtió además que “esta velocidad de evolución de precio se podría sostener hasta el mes de noviembre” y que “diciembre es un mes estacionalmente de inflación más elevada”.

Además de los alimentos, la inflación de septiembre estuvo “traccionada por indumentaria y calzado por estacionalidad de nueva temporada, cigarrillos, salud y equipamiento del hogar”, un conjunto que complica el propósito oficial de contener las subas en el último trimestre y con la proyección de un 48,4% para todo el año según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central.

“Los precios de los alimentos evolucionan a diferentes temperaturas”, señaló al respecto el director de la consultora Focus Market, Damián Di Pace, quien puntualizó la “incertidumbre” que se genera con “la emisión monetaria”, así como con “las expectativas respecto de restricción a importaciones” o a una “potencial devaluación del peso frente al dólar”.

En cuanto al índice de pobreza, que se ubicaría en el orden del 40%, las expectativas hacia el futuro son algo más optimistas: la normalización de la situación de pandemia, más los estímulos pre electorales es probable que tengan un efecto positivo, aunque de corto plazo, en la tasa de pobreza. No sería raro que baje del 40% en el segundo semestre, pero aún se va a seguir ubicando en niveles superiores a los de pre pandemia