Ocurre en medio de protestas por casos similares en Nueva York y Misuri. Obama propone medidas para rebajar la desconfianza entre negros y policía.
El Gobierno de Estados Unidos está decidido a abordar las raíces detrás de la indignación por los recientes dictámenes judiciales de exonerar a policías blancos por la muerte de ciudadanos negros y el problema no es exclusivo de los Estados de Nueva York y Misuri. El jueves se supo que otro policía blanco de Phoenix (Arizona) mató el pasado martes a un negro desarmado, Rumain Brisbon, de 34 años, en un forcejeo al confundir el bote de pastillas que llevaba en un bolsillo con una pistola. El hecho se produjo cuando el agente se acercó al coche de Brisbon, de quien sospechaba que vendía drogas, con intención de interrogarle
Ya tras la decisión de un gran jurado en el caso de Michael Brown en Ferguson, el presidente Barack Obama anunció una serie de medidas para mejorar la confianza de la comunidad afroamericana con la policía. Ahora, tras el caso de Eric Garner en Nueva York los cambios parecen más apremiantes. “Ha llegado el momento de hacer más”, dijo este jueves el fiscal general, Eric Holder, al recordar que su departamento está llevando a cabo su propia investigación sobre si vulneraron derechos civiles en las muertes de Brown y Holder, en julio y agosto pasado, respectivamente.
Entre las medidas anunciadas el lunes por Obama, están un plan de entrenamiento de agentes y la adquisición de cámaras de vídeo para los uniformes. “Estas son el tipo de medidas pragmáticas e inclusivas que unen a la gente correcta en una constructiva conversación nacional”, afirmó Holder, que insistió en que debe restablecerse la confianza entre la policía y algunas comunidades.
No es un problema exclusivamente de los estados de Misuri y Nueva York. Se repite en varios puntos del país. Holder hizo estas declaraciones en Cleveland (Ohio) al anunciar los resultados de una investigación del Departamento de Justicia en el cuerpo de policía de esa ciudad. La investigación se inició hace un año y medio, y halló un patrón -“irracional e innecesario”- de un uso excesivo de la fuerza en esa policía, lo que vulnera la Constitución. El anuncio de los resultados de la investigación llega más de una semana después de que un policía de Cleveland matara por disparos a un niño de 12 años porque creía que llevaba una arma de fuego cuando en realidad era una pistola de juguete.
“Es una consecuencia de deficiencias sistemáticas, incluidas una responsabilidad insuficiente, entrenamiento y equipamiento inadecuado, políticas inefectivas y una relación inadecuada con la comunidad”, señaló el fiscal. En los últimos cinco años, el Departamento de Justicia ha hecho una veintena de investigaciones de este tipo en cuerpos de policía de EE UU. Algunas de ellas han derivado en reformas de calado.