Redacción – Todos miran para el costado; desde el intendente hasta la titular del área Patricia Leniz. Lo cierto es que mientras los comedores cierran los alimentos son revendidos en ferias.
Todos lo ven, porque nadie se preocupa en ocultarlo. Sabiendo que la impunidad está al orden del día, diferentes ferias comerciales venden alimentos que habían sido asignados a la Secretaría de Desarrollo Social y que un grupo de punteros, a los que también se tiene identificados, retiran de los depósitos para comercializarlos y así hacerse de pingües ganancias.
Son 8.000 los sachets de leche que semanalmente son sacados del circuito de comedores y merenderos para ser vendidos ilegalmente. Sobre el escritorio de Patricia Leniz duermen el sueño de los justos las fotos que muestran los lugares donde ello ocurre.
Fueron sacadas por integrantes de organizaciones sociales, hartos de realizar denuncias y no ser escuchados. ¿La respuesta?, a los merenderos de estas comunidades se le bajó la cuota de alimentos a menos del 40%. ¿Para qué aprendan a callarse?, todo indica que si.
Desde Desarrollo Social, todo tiene que salir controlado por computadora. Sin embargo se coacciona a los representantes de los comedores para que firmen comprobantes irregulares y en muchos casos hechos a mano. Además les hacen firmar recibos por 170 sachets y le dan 100.
¿Porqué no se niegan?…«si lo hacemos los pibes no comen» nos dice nuestro informante.
¿Porqué no denuncian?…«si lo hacemos los pibes no comen» repite.
El negocio es inmenso: son 8 mil cajas de leche por semana a 30 pesos cada una, más los fideos, arroz, puré de tomate, mermelada y azúcar; todo se vende. «Alguien se lleva más de un millón de pesos cada siete días» nos dicen.
Ya han debido cerrar decenas de comedores por falta de alimentos y otros se disponen a hacer lo mismo.
Mientras tanto alguien se está enriqueciendo a metros de Zorro Uno y su «distraída» colaboradora Patricia Léniz.
Impresentable y muy triste…
