VENEZUELA: NACER O MORIR

Comienza una semana fundamental en la historia de Venezuela; casi fundacional. Los enfrentamientos serán intensos, tal vez sangrientos, y se jugará el futuro: tiranía o libertad. Nada menos.

Un amigo venezolano nos escribe: «estamos en un sector seguro y nos quedamos en casa. Es como una prisión domiciliaria con piscina e Internet». ¿Se dará cuenta?, ¿comprenderá lo dramático de su afirmación?.

Tal vez el microclima de la opresión impida a quienes allá viven, acostumbrados a las muertes, las marchas, los gases, los tiros, las colas, el desabastecimiento, las obscenas cadenas nacionales llenas de bravatas y mentiras, las cárceles repletas de seres humanos sin proceso ni acusación alguna, la censura informativa, los grupos parapoliciales y todo lo que hace a la realidad en el hermoso país caribeño, haya llevado a todos al horroroso acostumbramiento que en la Argentina supimos vivir mientras asesinaban a miles de nuestros ciudadanos y nos condenaban al silencio, propio del que no sabe o no quiere saber.

«Vemos las imágenes que pasan en Argentina y acá no vemos. Impresionantes. Son del este de Caracas, sectores de clase media alta. Los estudiantes son la vanguardia de la resistencia. Acá la censura es total», continúa nuestro amigo caraqueño.

Los estudiantes…siempre los estudiantes.

En París, en Tienanmen, en la Plaza Roja, en el oprobioso Muro de Berlín…en La Plata en aquella Noche de los Lápices. Siempre los estudiantes poniendo en evidencia que algo no está bien.

La OEA designó (¿tarde?) a Luis Moreno Ocampo, que como fiscal jefe de la CPI logró el procesamiento del presidente sirio Bashar al Assad por genocidio y del ex líder libio Muammar Gaddafi por crímenes de lesa humanidad por las masacres a los manifestantes en Libia, para investigar los asesinatos en el país.  Afirmó que «la OEA puede evitar la impunidad en Venezuela; ¿será ello posible?.

Venezuela se juega por estas horas su futuro. Si Maduro y los militares adeptos ganan la pulseada, otra sangrienta dictadura se instalará en la agobiada América Latina.

Si gana la gente...aparecerá la luz al final del túnel.

Nacer o morir…esa es la cuestión en la tierra de Bolívar.