Vivir viajando y disfrutar el presente: la fórmula de la felicidad según Maxi Bertolino

Creó su propia empresa de marketing en Argentina y puede trabajar desde cualquier parte del mundo. Se define como comunicador y desde Playa del Carmen busca generar conciencia sobre mantener en equilibrio el cuerpo y la mente para encontrar la felicidad desde una mirada positiva con la intuición como guía.

Valientes aquellos que salen al mundo a ver qué pasa. Quizás sea la ecuación ideal vivir viajando. Parece algo utópico o difícil de realizar pero sobre todo porque la mente piensa en tener todo bajo control. Sin embargo, irse a algún lugar y avenirse a lo desconocido puede ser una aventura que traiga muchas más cosas positivas de las que nosotros podemos pensar o imaginar.

Dar el primer paso y ponerse en movimiento para dejar que las cosas fluyan puede ser la fórmula perfecta. Así lo sintió Maxi Bertolino, un inquieto comunicador argentino que se armó un viaje a Estados Unidos con la mera intención de “expandirse” sin un plan determinado, pero listo para hacer algo diferente y descubrir otras herramientas.

Me siento muy identificado con el concepto de ´Aquí y ahora´, pero lo veo mucho plasmado en las redes sociales y se materializa poco. Creo que se puede vivir mejor desmitificando un poco el hecho de irse del país como una cuestión definitiva. Desde hace un tiempo que me tomo las cosas como un experimento”, reflexionó en diálogo con Radio Brisas desde Playa del Carmen, su flamante nuevo destino.

“Todo empezó con un viaje de mucha introspección que hice solo a Estados Unidos. Me empecé a plantear la idea de experimentar. No hay que tenerle miedo a eso. Es animarse a vivir aquí y ahora. Dejar de decirlo y empezar a hacerlo”, expresó.

Cuando llegó a Miami surgió la propuesta de un amigo que aceptó de inmediato. Sin pensarlo demasiado se alquiló una motito y empezó a trabajar como delivery de una app de comidas. Como creador de su propia empresa de marketing y hombre de la comunicación, se dispuso a transitar una experiencia totalmente distinta. “Fue un trabajo que asocié directamente con mi vocación de comunicador. Es un servicio en el que la gente pone en vos su confianza para que le lleves su comida sin conocerte a través de una aplicación. Y además me permitió conocer la ciudad. Lo más lindo de todo esto es que -aunque sea difícil de entender- cuando estás abierto las cosas llegan. Esto de la Ley de Atracción funciona de verdad”.   

Y reforzó el concepto al afirmar que se trata de “entender que por quejarnos o insultar a un político de turno no nos va a cambiar la vida. O nos va a cambiar para mal porque vamos a vivir en un lugar interno en el que no queremos vivir. Cuando estás con esa vibración copada de pensar en que surja lo que tiene que surgir sin esperar nada, el universo te gratifica con estas cuestiones”.

“La experiencia de trabajar como delivery me dejó solo aprendizaje. Había días que me cuestionaba qué estaba haciendo. Y todo se transformaba en gratitud cuando pasaban cosas tan pequeñas como cuando iba a un bar a buscar un pedido y la gente amable que trabajaba ahí me ofrecía un café o un vaso de agua porque iba a demorar un poco. Me lo tomé con mucha frescura y mucha calma. Me sirvió para hacer mucha introspección. Pensar en mí, en mi vida, en todo lo que me rodea, me generaba ideas para hacer cosas nuevas. Fue una terapia espectacular“, remarcó.

Maxi entendió que el poder de imaginar es la llave para acercarse a cumplir los sueños. “Imaginar lo que viene. Algo tan simple que tenemos al alcance de la mano. Cómo te imaginás dentro de un mes. Para qué te imaginás en ese lugar. Imaginar te da la posibilidad de soñar y de cumplir esos sueños. Parece una pavada pero a mí me ayudó muchísimo y lo aplico todo el tiempo. Imagino cosas lindas. La imaginación es totalmente gratuita. Es una herramienta espectacular”, comentó con convicción.

Así, sin esperar nada, apareció una oportunidad en Playa del Carmen para poder desarrollar un proyecto propio junto a un amigo. Dejó la moto y voló a México para dejarse contagiar enseguida de esa energía tan particular de la Riviera Maya con “una historia mitológica que une la energía con las ganas de vivir”.

“Me guío por la intuición. La clave es confiar en lo que sentimos. Nada se compara con una decisión tomada con el corazón“, sentenció.

Desde las atractivas playas mexicanas contó que hoy está trabajando en “un proyecto mucho más grosso” del que solo adelantó que la idea es “empezar a comunicar de una manera mucho más masiva este mensaje y despertar a un montón de gente para que seamos cada vez más los que estamos despiertos y con la posibilidad de vivir la vida que queremos. Sin misticismo ni cosas raras. La única cosa que tenemos es el aquí y ahora. Esas cosas pequeñas y tan grandes que hacen a la vida”.

Por último, resumió en pocas palabras un concepto tan básico como profundo: “La felicidad es el equilibro. Estar con la cabeza y el corazón alineados. Estar enfocado en lo que uno hace. Tengo mis obligaciones que me las pongo yo mismo y las disfruto. La felicidad es hacer lo que a uno le gusta, en el lugar que te gusta y rodeado de la gente que te gusta”.

Escuchá la nota con Maxi Bertolino en Un Lugar en el Mundo por Radio Brisas con Florencia Cordero