Ya en default Grecia sigue dividida de cara al referéndum

La opción del sí lidera ligeramente frente al no en la campaña del referéndum que se celebrará en Grecia el próximo domingo sobre la propuesta de acuerdo presentada por los acreedores.

Según una encuesta del instituto demoscópico Alco para el periódico Ethnos, un 44,8% de los griegos respalda el sí, y apoya por tanto la propuesta de acuerdo presentada por los acreedores, frente al 43,3% que lo rechaza. El porcentaje de indecisos alcanza un 11,8 %.

Una abrumadora mayoría del 74% de los ciudadanos es partidaria de que Grecia continúe en el euro, frente a un 15 % que preferiría volver al dracma.

El 61% considera que un no en la consulta popular elevaría el riesgo de una salida de la zona euro, frente a un 30 % que no comparte este punto de vista y un 9% que no sabe o no contesta. Por último, el 51% de los encuestados considera que si gana el no los acreedores cambiarán de postura, mientras que un 30 % no lo cree.

A la campaña por el sí se han sumado tres ex primeros ministros griegos: Costas Karamanlis, Antonis Samaras y Constantine Mitsotakis. Todos han apelado a la ciudadanía a no correr el riesgo de salir de la Eurozona. El conservador Karamanlis (2004-2009) afirmó: «Al empujar a Grecia fuera del contexto europeo, exponemos al país a peligros. Esto no debería ocurrir de ninguna manera. Aquellos que, con buena intención, creen que votando que no el domingo refuerzan la posición del país en la negociación cometen un error… El ‘no’ será interpretado por todo el mundo como la decisión de abandonar el corazón de Europa. Será el primer escalón hacia la salida», dijo el antiguo mandatario como informa The Guardian.

Por su parte, Antonis Samaras, que fue primer ministro entre 2012 y enero de este año, dijo que «un regreso al dracma mataría la economía y las esperanzas de los griegos», recoge Business Insider.

Los resultados de las encuestas no se ponen de acuerdo, confirmando únicamente la volatilidad del juicio. Ayer, la de la encuestadora GPO para un portal de noticias preveía casi un empate (47% a favor del sí; 43%, por el no), pero la publicada la víspera por el diario Efimerida ton Syntakton (izquierda) auguraba, ya con el corralito en vigor, una victoria del no (46%) frente al sí (37%), si bien antes del cierre de los bancos el no sacaba aún más ventaja (11 puntos). Muchos atribuyen este vuelco a la estruendosa campaña por el sí que realizan los principales canales privados de televisión –peones de un entramado de intereses inextricable, económicos y políticos-, que “puede hacer bascular un resultado inicialmente favorable a Syriza, con buena parte del apoyo que le dio la victoria en enero intacto”, explica el especialista en demoscopia Sotiris Yassos. “Pero esta es una situación excepcional que ni siquiera las encuestas van a poder desentrañar con precisión”. Los indecisos son en torno al 20%.

Desde la convocatoria del referéndum, hace una semana, Grecia vive una crisis financiera, política y nacional inédita desde el restablecimiento de la democracia, en 1974; en nada comparable a 2012, cuando parecía inminente su salida de la eurozona y el arrastre del resto de países miembros. Replegada como en un búnker ante los mensajes de Bruselas, maniatada económicamente –comerciantes incapaces de hacer frente a sus pagos o medrosos de aceptar tarjetas, empresas extranjeras preparando las maletas -, hay otro escenario aún más temible, por lo potencialmente furioso: el día que los bancos se queden a cero. “Podremos habernos quedado sin dinero el martes si la gente sigue sacando 60 euros al día”, decía ayer un alto responsable bancario citado por la agencia Reuters.