Familiares y amigos de un joven condenado a nueve meses y seis años de prisión produjeron incidentes durante la lectura de la sentencia en el TOC Nº 1 de la ciudad.
Como consecuencia de esta situación, dos personas fueron detenidas y puestas a disposición de la Justicia.
Los disturbios se produjeron luego de que el TOC integrado por los jueces Pablo Viñals, Facundo Gómez Urso y Daniel Carnevale leyeran la sentencia condenatoria, que dio cuenta de una pena de nueve años y seis meses para el sujeto imputado en el marco de la causa por el asesinato de Vicente Pécora, comerciante de 61 años que fue baleado cuando ingresaron a robarle en el año 2012 en su comercio ubicado en Nápoles al 8500.
De acuerdo al relato de Viñals, los incidentes se generaron cuando la Justicia requirió la prisión efectiva y común para la persona sindicada como autora del hecho. “Esta persona contaba con arresto domiciliario desde el momento en que comenzó el juicio y lo que nosotros pedimos fue que eso se revocara, que pasara a una celda común”, explicó el magistrado, que comentó que justamente en el momento en el que los efectivos policiales quisieron concretar la detención para el traslado, los familiares comenzaron a atacar a los presentes, a dañar los micrófonos, las sillas y los escritorios.
“Ellos querían evitar a toda costa que se concretara la detención. El personal lamentablemente estaba desbordado, porque no habíamos contemplado que pudiera llegar a suceder algo así”, admitió Viñals, en relación al porqué de los desmanes. En ese sentido, el juez aseveró que los presentes estaban “totalmente sacados” y que incluso por eso los tres magistrados debieron ser escoltados por custodia para poder ingresar a sus vehículos tras la lectura de sentencia. Ante este escenario, la policía procedió a la detención de dos de los familiares del imputado, quienes quedaron a disposición de la Justicia.
Consultado respecto al crecimiento de incidentes violentos en las instancias condenatorias, el juez del TOC N°1 afirmó que muchas de estas situaciones se dan por la presencia de “personal mínimo” a la hora de custodiar el lugar. “Por lo generan lo se piensa que va a haber disturbios y pasan estas cosas. Es muy grave, porque nosotros estamos cumpliendo con nuestro trabajo, aunque eso no siempre cae bien”, sostuvo.