Aunque no la veamos la grieta siempre está

Por José Luis Ponsico (*)En abril del 49, el primer peronismo, con el jurista Arturo Sampay, como artífice, instalaba en el centro de la escena Política, la Reforma de la Constitución Nacional.

José L. Ponsico

José Luis Ponsico

En abril del 49, el primer peronismo, con el jurista Arturo Sampay, como artífice, instalaba en el centro de la escena Política, la Reforma de la Constitución Nacional. Se cumplen 70 años de la puesta en vigencia del texto «de avanzada», en relación a la histórica de 1853, concebida luego de la «Batalla de Caseros», febrero de 1852

El primer peronismo ganó la elección para representantes constituyentes con el incipiente PJ. El justicialismo alcanzó 1.590.634 de votos contra 834.436 del radicalismo y 85.355 del Partido Comunista.

 

El anteproyecto estuvo a cargo del profesor Sampay, egresado de la Universidad de La Plata, origen católico, con raíz yrigoyenista y cercano a FORJA. frente nacional del 35. Tiempos de Raúl Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche, nacimiento del grupo de intelectuales de la Fuerza de Orientación Radical Joven Argentina. Arturo Sampay estuvo cerca de los célebres articuladores del pensamiento nacional en plena «década infame» como instaló para siempre el escritor tucumano José Luis Torres, en los años´30.

Arturo Sampay: autor del anteproyecto

Un joven jurista, Italo Luder, en el 83 candidato a Presidente de la Nación por el justicialismo, participó en la elaboración de los Derechos de la Niñez, los Derechos de la Ancianidad, el Foro Social para integrar la propiedad privada; la Igualdad Jurídica, Derechos de la Mujer, a partir del 49, comparados con los del Hombre.

El Primer Plan Quinquenal entre 1947 y 1952 promovió unas 20 mil obras públicas en cinco años. Los historiadores registran el impacto de las 40 manzanas fabriles en Córdoba, cuando nuestro país fabricaba autos, la Estanciera; camionetas, el Rastrojero; motos, las PUMA de baja cilindrada. También tractores. Hasta el primer avión a reacción nuclear, el Caza Pulqui I

La Industrias Kaiser Argentina inolvidable IKA que fabricaba el «Institec» -en el lenguaje popular «auto de Perón»- coche de dos puertas que durante tres años obreros cordobeses le dieron vida Inspirado en el Chevrolet modelo´ 51. Se fabricaba con «Caza Pulqui I» que tuvo asesoramiento de uno de los ingenieros alemanes radicados en la Argentina en la post guerra.

El Pulqui I: orgullo de la industria nacional

El Kaiser Carabela llegó después. Comienzo del gobierno de Arturo Frondizi, en el 58. Antes, el derrocamiento del segundo gobierno peronista, 16 de septiembre del 55, el antiperonismo vivía un momento de crecimiento y violencia: el 16 de junio del 55 la Marina y la Fuerza Aérea bombardearon Plaza de Mayo al mediodía

Un miércoles, pleno invierno, que amaneció nublado y con llovizna. Los aviones conocidos como «Gloster Meteor», origen británico, de construcción novedosa en plena Segunda Guerra en Europa. Aquella mañana, volaron bajo, las nubes ocultaban «los pájaros de acero» escribió el historiador Norberto Galasso.
«Cayeron veinte bombas de trotyl. Cerca del mediodía. Gente inocente, en su mayoría ajena al conflicto político que activó a la oposición. El enfrentamiento del gobierno nacional con la Iglesia y los acontecimientos en Corpus Cristi. La consigna de «Cristo Vence» usada contra Perón. Murieron 356 personas y hubo más de 800 mutilados
Junto al genocidio de la «Semana Trágica», tiempos del primer gobierno de Hipólito Yrigoyen, cuando los obreros de los «Talleres Vasena» promovieron una huelga épica por mejoras de salarios, las ocho horas de trabajo, abolición de trabajo a destajo, los domingos, franco, luego con los despidos masivos, el reclamo extendido por la reincorporación de los despedidos.

Los Gloster Meteor bombardearon a la población civil

En enero de 1919, a cien años de la «Semana Trágica» la falta de diálogo de la empresa «Pedro Vasena e hijos», talleres metalúrgicos, disparó un conflicto masivo en un lugar donde cumplían tareas más de 250 obreros. Entre 1917 y 1918, antecedentes, dos conflictos de graves consecuencias. El primero, cientos de obreros portuarios salieron a la calle

Los despidos en «Talleres Vasena» movilizaron a familiares, allegados y distintas expresiones sociales. Los trabajadores salieron a la calle. El gobierno reprimió con la policía primero. Luego con el Ejército y la llamada Liga Patriótica de los grupos políticos oficialistas.
La represión alcanzó una dimensión poco imaginada. Dejó un saldo de 1.500 muertos, 5.000 heridos y más de 50 mil prontuariados. En un país de doce millones de habitantes. La historia diría el cantautor Lito Nebbia «Si la historia la escriben los que ganan, quiere decir que hay otra historia», dice una de sus letras conocidas. Escribió casi 200 temas musicales.
El comisario Elpidio González lideró la primera represión popular donde el 14 de enero de 1919 hubo cuatro muertos y ocho heridos. Hoy, en Villa del Parque, barrio populoso de la Capital Federal, una calle lleva su nombre y apellido. Como la «Estación Carranza» zona de Belgrano Uno de los autores, Juventud Radical, del atentado en el 53. La «bomba del subterráneo»
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«Cristo Vence» lucían los vuelos de la muerte al llegar a Montevideo

En el conflicto Vasena intervino el Ejército por orden del Ejecutivo. Pleno gobierno de Hipólito Yrigoyen uno de los Presidentes de la Nación insignes en la Unión Cívica Radical, el general que llevó adelante parte de «la matanza», Luis Dellepiane, nombre y apellido, hoy reviven en una bajada de Av. Gral. Paz. El héroe de las batallas de La Tablada y Oncativo.

El 16 de junio del 55 pilotos que conducían aviones de origen británico, Gloster Meteor, aterrizaron en Montevideo. El 16 de septiembre del 55, impactó la mal llamada «Revolución Libertadora» que lideró el general Eduardo Lonardi -caída del gobierno popular de Juan Perón- y los «pilotos asesinos» volvieron de Uruguay como «héroes».
En el 49 la nueva Constitución basada en la doctrina social de la Iglesia marcó un camino de convivencia que no tuvo correspondencia con los odios que crecieron entre el peronismo y el antiperonismo. Dos elecciones ganadas por Perón no fueron suficientes. Uno de los héroes de la Segunda Guerra, sir Winston Churchill, advertía sobre el militar que gobernaba la Argentina.
Al tiempo que el país había logrado en negociación que el propio general Perón confió al empresario Miguel Miranda, compra de los ferrocarriles británicos con beneficios de deudas de los ingleses a EE.UU. Por entonces compraba a la Argentina ganado vacuno, trigo, maíz, avena y subproductos, el «héroe británico» denostaba al Presidente de la Argentina.

Nada pudo quebrar el espíritu peronista de los trabajadores

El anecdotario peronista tiene remisión indudable al ingenio popular. En el Gran Rosario en marzo del 56, cuando «la Libertadora» había decretado la prohibición de toda cita a Perón, a Evita, al canto de la Marcha de los Muchachos Peronistas. La invocación de símbolos, escudos y todo lo que hoy supone marketing político, en un taller se conoció una pintada para la historia

En el suburbio del Gran Rosario, lugar conocido como «Villa Manuelita», zona muy fabril, años 50, cortina metálica, como la virtual «fachada obrera», se leía con buena letra de imprenta, la consigna que marcó la época y la segunda etapa de la impopular grieta política. Tapa de uno de los libros del historiador peronista, Alberto Baschetti.
«Los yanquis, los rusos y Gran Bretaña están con la Libertadora; Villa Manuelita, no». Empezaba la grieta que pinta para ser eterna. Han pasado 70 años y la pugna continúa.

(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur