¿A quién culpamos por el pan si Ucrania exporta trigo?

El argumento del gobierno argentino podría caer en saco roto desde abril: Ucrania comenzó a analizar la posibilidad de relajar las restricciones a sus exportaciones de trigo y ello estabilizaría el mercado.

 

Ucrania comenzó a analizar la posibilidad de relajar las restricciones a sus exportaciones de trigo, establecidas con el fin de asegurar la seguridad alimentaria del país en el marco de la invasión rusa, de acuerdo a fuentes gubernamentales.

Las exportaciones de trigo, avena, aceite de girasol, huevos, maíz, azúcar, carne y de otros alimentos fueron prohibidas a principios de este mes por el gobierno ucraniano con el objeto de prevenir “una crisis humanitaria”, estabilizar el mercado, y “cumplir con las necesidades de la población en productos alimenticios críticos”.

Desde entonces, la única forma de poder exportar es a través de la obtención de un permiso, con excepción de los envíos de maíz y aceite de girasol, cuyas restricciones fueron removidas la semana pasada.

La decisión del levantamiento de dichas restricciones se justificó en que el país reunió un inventario suficiente para su abastecimiento interno y los agricultores necesitaban del dinero proveniente de las ventas al exterior para continuar con sus operaciones.

Ucrania, país muy dependiente de sus exportaciones primarias, junto con Rusia, provee casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y cebada.

Desde el comienzo de la guerra, debido a las disrupciones, el precio de las commodities alimenticias registraron considerables alzas.

En el caso del trigo, el precio acumuló un incremento de 25,83% durante los últimos 30 días, alcanzando los US$ 405,01 la tonelada, con picos durante el mes de US$ 500.

De acuerdo a declaraciones del ministro de Economía ucraniano, Taras Kachka, a Bloomberg TV, el gabinete de gobierno discutirá en abril la posibilidad de remover las licencias necesarias para vender trigo al exterior.