Alberto ya está en Roma y lo espera una agenda «diet»

Redacción – El presidente solo tiene previstas un par de reuniones bilaterales de segundo nivel, no será recibido por el Papa Francisco y no ha tenido respuesta a su pedido de un encuentro con Biden.

 

El presidente Alberto Fernández y la comitiva oficial argentina arribó a Roma, Italia, donde a partir de mañana participará de la Cumbre de Líderes del G-20, con una cargada agenda de reuniones bilaterales pero sin haber logrado encuentros con el Papa Francisco y con el presidente de los EEUU Joe Biden, que consideraba fundamentales para conseguir apoyo en el buscado cuerdo con el FMI.

En el peor momento de su mandato y cuando todo hace sospechar que se encamina a una determinante derrota electoral en algo más de dos semanas, el jefe de estado no logró concretar la agenda soñada y pese a negociaciones contra reloj que llevan adelante funcionarios e influyentes de todo tipo, la sensación de rechazo y/o prudencia de los convidados ya es imposible de ocultar. Nadie quiere aparecer dando aire a un presidente que no termina de asegurar que su gobierno va a cumplir con los compromisos internacionales y mucho menos si su propia sustentabilidad política aparece tan cuestionada.

El domingo por la tarde Fernández y su comitiva viajarán a Glasgow (Escocia) para intervenir en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

Junto a Fernández viajaron la primera dama, Fabiola Yañez; y los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; de Economía, Martin Guzmán; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; el jefe de Asesores, Juan Manuel Olmos; la asesora presidencial, Cecilia Nicolini; y el subsecretario de Comunicación y Prensa, Marcelo Martín.

La actividad oficial en Italia comenzará mañana en el Centro de Convenciones La Nuvola de Roma, donde los líderes y Jefes de Estado asistirán a la ceremonia de bienvenida y, tras la tradicional foto oficial del evento, participarán de la primera sesión plenaria del G20, que se realizará bajo la temática “Economía global y salud global”.

El mandatario argentino sostendrá el sábado diversas reuniones bilaterales con líderes como Angela Merkel; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el presidente de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón; y la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. Asimismo, ese mediodía (horario argentino) será su encuentro con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

En el caso de la mandataria alemana el encuentro se encuadra en una serie de saludos protocolares destinados a la despedida de Merkel que en semanas dejará el poder. No hay previsto ningún tema de fondo y tan solo se trata de un encuentro social.

De todas estas reuniones la única que alcanza algún grado determinante es el que sostendrá con la titular del FMI, aunque los observadores descreen de que pueda avanzarse algo en las negociaciones por la deuda. «Las diferencias entre lo que quiere Argentina y lo mínimo que exige el Fondo son cada vez más acentuadas» sostienen. «Además el país hace todo lo contrario a lo que nos anuncian sus negociadores».

El economista argentino-mexicano, Alejandro Werner, que hasta hace pocos meses, antes de renunciar al organismo, era uno de los principales negociadores del FMI, fue claro cuando hace pocas horas afirmó que «la situación de Argentina es un poco invariable a un programa del FMI. Argentina no va a pagar al FMI”. Y esa es la convicción más firme que hoy tienen los acreedores.

¿Podrá Fernández convencer a Georgieva de que las afirmaciones políticas contrarias al pago que se vienen multiplicando en figuras prominentes de su gobierno son solo fuegos de artificio?. Difícil; parece que la paciencia del organismo está llegando a su límite y, al menos por ahora, lo que en nuestro país se evaluaba como un apoyo incondicional de EEUU a la necesidad de un acuerdo no ha sido hasta ahora más que un cúmulo de declaraciones sin demasiado entusiasmo y la inocultable duda que la administración Biden tiene sobre la seriedad del equipo económico argentino.

A partir de las 14 Fernández concurrirá a un evento ofrecido por el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, en honor a los Jefes de Estado y de Gobierno, en las Termas de Diocleciano. Y a su término asistirá a una cena ofrecida por el presidente italiano, Sergio Mattarella, en el Palazzo del Quirinale.

Por ahora, lo que se soñaba como una gira casi gloriosa con acuerdos en el tema deuda y un soñado liderazgo de Alberto Fernández en la cuestión climática, no pasa de ser un cúmulo de reuniones de segundo orden, rechazos de los líderes centrales y muchas dudas mundiales sobre el futuro inmediato del gobierno.

Casi como si estuvieran informados…