ARGENTINA Y EL ÚLTIMO ESCALÓN HACIA LA DICTADURA

La marcha del 7 de julio debería ser la más importante de la historia del país, porque nunca como antes ese país se encuentra en riesgo de extinguirse como tal y como república. La crisis de la justicia.

Los argentinos asistimos por esta hora a un embate contra la administración de justicia que ni siquiera se vivió en los oscuros tiempos de las dictaduras que asolaron al país.

Un poder que se supone legítimamente constituido, cubre su obscena retirada desplazando a jueces y fiscales de acuerdo a su gusto y conveniencia, protegiendo con fueros a sus hombres más sospechados de corrupción, cambiando arbitrariamente leyes y procedimientos y condenando por fin a la república a ser una triste caricatura que no por casualidad festejan millones de argentinos a los que paciente y voluntariamente, invirtiendo millones de pesos del erario público, se los reeducó en la idea de que todo viene de arriba, sin esfuerzo alguno y por el sólo «mérito» de gritar «Viva Cristina».

La justicia coptada no es justicia. Y sin justicia el país como expresión de la civilización se muere poco a poco.

El 7 de julio se ha convocado a una marcha para defender a la justicia. Posiblemente el desánimo de la gente, frente al espectáculo de un poder autista que se ha caracterizado por ignorar hasta el silencio cuanta expresión de hartazgo ciudadano se ha dado en estos años, haga que estas convocatorias vayan langideciendo poco a poco..

Como una paradoja de la historia el peronismo, surgido de movilizaciones populares frente al silencio de los poderes de entonces, ha mutado en este movimiento de silencio ante el enojo del pueblo y desprecio a los reclamos que el mismo le hace.

Pero ante esa paradoja los hombres libres debemos levantarnos, insistir en la defensa de las instituciones, y comprender que la demolición de la justicia independiente es la frutilla de la torta en este ya desembozado intento de instaurar una dictadura con pretensiones de constitucionalidad.

Un país sin justicia es poco más que una tribu. Y en ese camino estamos transitando estas horas dramáticas de la Argentina.