Básquet – Ilusión intacta de Gallizzi para quedar en el equipo que va al Mundial

EL SUEÑO DEL PIBE

El jugador de Quilmes de Mar del Plata, Tayavek Gallizzi, está viviendo una experiencia invalorable. A los 21 años pasó de ser sparring a quedar en la preselección mayor de básquet en la etapa de preparación rumbo al Mundial de España. Con la emoción a flor de piel, Taya se mostró agradecido por la oportunidad y reconoció que siente que tiene chances de quedar en el plantel definitivo.

Por Florencia Cordero

Por Florencia Cordero

Después de jugar el Sudamericano de Isla Margarita, Gallizzi fue citado a entrenarse con la selección mayor, pero su coach le había dado un impulso especial. «Me sirvió que Nico Casalánguida me diga que en el Sudamericano fui una grata sorpresa y que estaba muy cerca. Me gustó lo que me dijo y eso me llevó a exigirme más. Después las cosas se fueron dando muy rápido», contó Taya.

Y narró el momento en el que Julio Lamas le dio la noticia de que estaba incluido en la preselección mayor: «Estábamos entrenando, yo estaba como invitado, y me llama Julio y me dice ‘Mirá, Taya, la verdad que me gustó como entrenaste, tus ganas, tu intensidad y por eso te voy a convocar para la preselección mayor`. A mí me agarró una alegría inmensa en el cuerpo, pero me controlé y le dije gracias. Después cuando volví al hotel festejé como corresponde».

El santafesino que juega en la Liga Nacional con la camiseta de Quilmes está disfrutando de la experiencia y valora la oportunidad de aprender al lado de los consagrados. «Es un sueño cumplido estar con los más grandes del básquet. Si me toca quedar afuera sé que todo lo que aprendí estos días no tiene precio. Me llevo una enseñanza enorme, pero siento que hay
chances», confesó.

Gallizzi aprovecha especialmente todo lo que puede absorber de una figura de la talla de Luis Scola. En ese sentido, aseguró: «Me tuve que adaptar un poco. Scola tiene otra forma de jugar, es distinto. Y todo lo que me enseñó es impagable. Me estuvo mostrando muchos movimientos, mucho entrenamiento para coordinar los pies que es lo que me falta. Estuve mucho con eso. Le agradezco todo lo que me enseñó».

Y también Taya supo descifrar lo que significa ser parte de la preselección: «Todos tiramos para el mismo lado. Por ejemplo, con Leo Gutiérrez me estoy llevando bárbaro acá. En su momento, cuando jugamos contra Peñarol hubo roces muy fuertes. Pero eso queda de lado. En la selección estamos todos muy unidos. Incluso, me sentía mal para tirar los tiros libres y vino Leo en la entrada en calor antes del tercer cuarto y me empezó a pasar la pelota para ayudarme y decirme cómo tenía que hacer. Después metí los cuatro seguidos. Me vino muy bien que me venga a hablar».

Evidentemente Gallizzi mostró actitud, entrega y ganas de superarse para estar a la altura. Así lo vieron los entrenadores. Y Gallizzi lo analiza a su manera: «Creo que le puse algo extra. Sé que mi cuerpo tiene un límite, pero de alguna forma lo superé, rompí esa barrera y es eso lo que me está ayudando para estar donde estoy ahora. Sé que en este nivel la talla es muy distinta. Me enfrenté con jugadores de 2.10 metros y son gigantes con una fuerza inmensa. Hay que atacar mucho más la pelota y no dejarlos avanzar porque sino te llevan. Es otro juego».

Por último, Tayavek Gallizzi agradeció todo el apoyo que está recibiendo desde Mar del Plata. «Muchos hinchas de Quilmes me escribieron, el presidente Pablo Zabala, mis amigos de toda la vida de Quilmes. Me dan aliento y eso se siente muchísimo».