El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que se comunicará con Jorge Lozano, de la Pastoral Social, para transmitirle datos que certifican que se «erradicó» el hambre en el país.
El gobierno de Salta admitió hoy dos nuevas muertes de niños aborígenes por desnutrición, por lo que ya son siete los casos desde agosto, mientras la Nación intentó responder a la advertencia de la Iglesia y dijo que no se trata de una «perspectiva de carácter general».
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo hoy que se comunicará con el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor JorgeLozano, quien el martes advirtió en declaraciones a DyN que se manipulan las estadísticas oficiales de desnutrición para no hacerse cargo de este flagelo y rechazó que las muertes por esta causa sean «casos aislados».
«Pueden existir casos, esto no significa una perspectiva de carácter general», sostuvo el funcionario, y reclamó abordar esta problemática con «seriedad» para evitar «estrategias de ataque desde el punto de vista político».
Durante la habitual rueda de prensa en la Casa Rosada, el funcionario repasó datos de organismos internaciones que según aseguró certifican que la Argentina ha «erradicado prácticamente el tema de hambre e indigencia y bajado drásticamente los niveles de pobreza», pese a lo cual persisten las muertes por desnutrición.
En ese sentido, Capitanich dijo que iba «hablar con monseñor Lozano para transmitirle esta información a los efectos de informar adecuadamente respecto a los mecanismos de protección social y al impacto que esto tiene».
El referente eclesiástico atribuyó el martes el ocultamiento de la «muy dura realidad» de la desnutrición infantil a la «indiferencia» y la «corrupción» de las autoridades tanto provinciales como nacionales.
Capitanich desligó, sin embargo, a la Casa Rosada de toda responsabilidad en la manipulación de los datos sobre desnutrición al asegurar que «las estadísticas en materia nutricional tienen que ver con la elaboración de las mismas por parte de cada una de las provincias».
En este contexto, la nueva secretaria de Nutrición salteña, Gladys Pernas, reconoció hoy dos nuevas muertes de niños aborígenes por desnutrición.
La funcionaria, que asumió el cargo ayer, admitió que uno estaba «desnutrido» y el otro tenía «bajo peso».
Los dos nuevas muertes por desnutrición infantil se produjeron en jurisdicción del municipio de Rivadavia Banda Norte.
Pernas precisó que el 6 de febrero murió en el hospital de Santa Victoria Este un niño wichi de 2 años procedente de La Puntana, identificado como Mauricio Lucas, que pesaba 7,7 kilos y tenía una talla de 80 centímetros.
«Tenía un faltante de peso para su talla», dijo la funcionaria en declaraciones al diario El Tribuno.
En cuanto a la muerte de Samuel Jaimez, un niño aborigen de 3 años de Pozo El Bravo, la secretaria aseguró que fue ocasionada por una broncoaspiración. Pernas evitó hablar de desnutrición, pero reconoció que tenía un «bajo peso leve».
Fuentes oficiales reportaron, en tanto, que Jaimez ingresó al hospital de Alto La Sierra el 7 de febrero con un cuadro de deshidratación y diarrea, pero falleció al día siguiente.
Asimismo, precisaron que el peso del niño era de 10,8 kilos y su talla de 97 centímetros.
Con estos dos nuevos decesos, ya son cuatro los casos mortales de niños en la provincia por déficit nutricional en lo que va del año y siete desde agosto de 2014.