Carlo Acutis fue beatificado por el Papa Francisco en Asís

El joven fallecido a los 15 años fue destacado por ser un ejemplo de evangelización en el mundo digital. La ceremonia se realizó en la ciudad italiana de Asis, frente a más de 3 mil fieles y a la familia de Carlo.

 

Carlo Acutis, el joven influencer de temas religiosos fallecido a los 15 años y destacado por el Papa como un ejemplo de evangelización en el mundo digital, fue beatificado este sábado frente a más de 3.000 fieles que colmaron la pequeña ciudad italiana de Asís pese al alza de casos de coronavirus y con miles de personas que siguieron la ceremonia por streaming desde todo el mundo.

«Su vida es un modelo particularmente para los jóvenes», destacó el cardenal Agostino Vallini, durante la misa de beatificación con la que el Vaticano ya considera a Acutis oficialmente como «beato», paso previo a la Santidad.

Acutis, nacido en Londres el 3 de mayo de 1991, falleció el 12 de octubre de 2006 días después de saber que tenía leucemia, cuando había llegado a convertirse en un «influencer de la Eucaristía» a través del catecismo virtual y un proyecto que había desarrollado para poner online todo tipo de contenidos religiosos.

En una Asís colmada por fieles de toda Italia, cinco pantallas gigantes en los alrededores de la Basílica proyectaban la ceremonia a los 3.000 fieles y 100 periodistas acreditados para la beatificación, pese al aumento de casos de coronavirus que en las últimas horas obligó al Gobierno italiano a hacer obligatorio el uso de barbijos en lugares abiertos.

«Hoy nos admira y nos atrae especialmente la vida y el testimonio de Carlo Acutis, a quien la Iglesia reconoce como modelo y ejemplo de vida cristiana, proponiéndolo sobre todo a los jóvenes», agregó Vallini, vicario emérito del papa Francisco para la diócesis de Roma, tras leer la carta del pontífice que oficializó la beatificación.

Minutos antes, los padres de Acutis habían llevado la reliquia hecha con el corazón del joven, que tuvo un tratamiento para permitir su conservación, y con una de sus frases grabada en el gabinete contenedor: «La Eucaristía es mi autopista al cielo».