Divisiones, peleas, abogados que renuncian. Los Báez tienen resuelto ir con todo contra Cristina, pero los divide la forma de hacerlo: ¿presentando ellos las pruebas o dejar que otros lo hagan?
Los hijos de Lázaro, preso desde el año pasado, quieren ir contra la ex presidenta pero no logran ponerse de acuerdo en como lo harán.
A un año de la detención de Lázaro, al menos tres de los cuatro hijos del empresario detenido por lavado de dinero definieron una estrategia para delante: buscarán intentar que la causa se concentre sobre la figura de la ex presidenta, Cristina Kirchner y para ello están dispuestos a presentar la documentación que acredita a su padre como un simple testaferro.
Saben que si bien eso no lo exculpará, la pena que podría tocarle y la posibilidad de que se convierta en un «arrepentido» mejorarían mucho su situación procesal.
Lo cierto es que ellos pretenden aportar pruebas pero sin aparecer como quienes lo hacen, y sumado a eso intentar valerse en beneficios a la hora de tener que afrontar el proceso. Melina, Luciana y Leandro en las últimas horas se quedaron sin abogados, luego de la renuncia de Santiago Viola y Claudia Balbín.
Los abogados les venían pidiendo que aportaran pruebas que ellos dicen tener sobre Cristina, pero los hijos de Báez se niegan a hacerlo al menos dando la cara.
Pero la noticia de que el juez Casanello podría pedir en las próximas semanas la detención de Martín Báez, el hijo mayor del empresario, y el preocupante estado de salud del detenido habrían terminado de convencer a los jóvenes que ha llegado el momento de colaborar con la justicia y marcar distancia con la ex mandataria. «Papá preso, librado a su suerte y enfermo y ahora martín con un pie en la cárcel. Y la señora haciendo política como si nada estuviese pasando» dicen quienes parecen haberse cansado de ser el pato de la boda.
En Tribunales se frotan las manos sabiendo que la estrategia de «apretar y esperar» que habían acordado Casanello y Marijuan comienza a dar resultados.