CASO NISMAN: COMO EN FUENTEOVEJUNA…TODOS A UNA

¿Y cual sería el «una» de esta novela de nuestro tiempo?. No muy diferente al de la gloriosa obra de Lope de Vega: lograr que nunca se sepa la verdad.

Las afirmaciones de la jueza Arroyo Salgado abrieron una Caja de Pandora que será muy difícil de cerrar. Si nos guiamos por esas afirmaciones estamos ante el más complicado de los escenarios ya que Nisman murió a dos horas distintas, en dos lugares distintos y de dos formas distintas.

En una sociedad organizada, con instituciones eficientes y una justicia independiente, sólo se trataría de cotejar pericias, unificar criterios sobre la autopsia y la reconstrucción de las horas previas y sobre todo descifrar lo ocurrido en esas horas perdidas en las que nadie o todos ingresaron en la escena del crimen.

Pero lo cierto es que Argentina está muy lejos de ser una sociedad organizada…

Todos tenemos la sensación se saber lo que pasó pero no tenemos la certeza de lo que pasó. Y ahora, cuando todo vuelve a girar sobre la posible presencia en el lugar de alguien que había probado que ya se había retirado del mismo, todo parece retornar a fojas cero.

¿Impericia o mala intención?, ¿defectos de la instrucción o historia con destino voluntario de manipulación?. A esta altura es muy difícil encontrar una respuesta adecuada.

Pero lo indudable es que cada día nos alejamos más de la verdad y que muy probablemente aquellos a los que le interesa que esto sea así tienen hoy, y tuvieron desde siempre, una activa participación en la causa.

Y que tal vez algunos actores que hicieron elegante mutis por el foro deberían ser citados nuevamente al escenario. Stiuso -en contacto con todas las partes involucradas (Nisman, Arroyo Salgado, el gobierno y el propio Rafecas en la denuncia del fiscal muerto) puede ser uno de ellos. El tiempo lo dirá y tal vez pueda contestar porque un personaje tan involucrado ha dejado de ser nombrado por todos.

Mientras tanto nadie podrá sacarnos de la cabeza que en este juego siniestro en el que todos están con todos y contra todos, vuelve a reinar aquella impunidad de Fuenteovejuna bajo el encriptado lema de «todos a una».