Entre las dudas acerca de la protección del fiscal una se centra en porque su auto no estaba blindado.
La muerte del fiscal Alberto Nisman abrió una serie de dudas sobre sus últimas horas, el móvil de su deceso y, también, en torno a su seguridad.
Porque más allá de los 10 custodios, el viaje que iba a hacer el fiscal desde Le Parc al Congreso se habría realizado en el auto de la diputada Cornelia Schmidt Lierman, por miedo a cortes de calle y escraches. Mientras tanto, Prefectura ya le pegó la faja con la leyenda “Secustrado” al Audi A5 de Nisman.
De acuerdo con datos de la concesionaria Dietrich, blindar un auto de ese tipo cuesta $ 341.600 (más IVA). Ese blindaje -llamado RB3- protege a los pasajeros de impacto de balas Magnum 44, el calibre más potente del mercado. Es decir que disparos de escopetas, Itakas y hasta UZIS no atravesarán al automóvil.
Pero además de proteger de ataques a los pasajeros, el blindaje brinda un segundo beneficio: le hace ganar tiempo al conductor para poder escapar.
En la empresa, especializada en ese servicio, han realizado pruebas con parabrisas a los que les dispararon ráfagas de ametralladoras de 100 tiros y ni una atravesó el vidrio. Pero lo que se encuentra detrás de la seguridad, exigida por empresarios, diplomáticos, políticos y otros clientes, no es magia, sino fibras de aramida, una especie de “tela” que protege al vehículo.
Mientras tanto, para las llantas, se utiliza cinta anti-desbande. Así, en caso de pinchadura, se puede circular sin que la cubierta se salga (se calcula que se pueden realizar hasta 40 kilómetros tras el ataque). El auto más blindado por la empresa es el Vento 2.0, cuyo valor de blindaje es de $ 314 mil (más IVA).
También se han acercado clientes con camionetas -como es el caso de la Touareg- cuyo precio de protección es de $ 352 mil (más IVA). En todos los casos, ya sea en el Audi A5 de Nisman o en el auto que se solicite, el peso del vehículo aumenta 170 kilos (en el caso de los sedán) y 200 kilos (en las camionetas). Sin embargo, al estar distribuidos en todo el vehículo, no se siente al manejarlo.
Como todos los materiales balísticos están registrados en el RENAR, para manejar un auto blindado hay que inscribir el auto en el organismo. Así, para manejarlo, hace falta una cédula verde de blindaje (llamada “Tenencia de Vehículo Blindado) y un registro conocido como CLU (Credencial de Legítimo Usuario).