El gigante asiático depreció este martes casi un 2% su moneda, la mayor revisión a la baja en dos décadas, para intentar estimular su economía. Hubo una fuerte caída de su comercio exterior.
El banco central de China devaluó hoy 1,9% al yuan contra el dólar para «alinearlo con los mercados internacionales». El impacto es global y afectaría a la Argentina. Es la devaluación más importante de las últimas dos décadas.
La caída de 8,3% de las exportaciones de julio anunciada el sábado por el gobierno chino fue el detonante de la medida cambiaria de hoy. Para compensar esa pérdida de ingresos que a su vez debilita aún más a la economía, el gobierno asiático decidió hacer más competitiva a su moneda en el mercado internacional de comercio. En adelante, por cada dólar que las industrias chinas exporten obtendrán un 1,9% más en cantidad de yuanes.
Por ser China la segunda economía del planeta y el líder del comercio por todo lo que importa y exporta (superó a EEUU con 4,16 billones de dólares de comercio internacional) la medida puso en alerta a todos sus socios, entre ellos Argentina. La crítica de EEUU sobre que Beijing mantiene especialmente baja su moneda para seguir ganando mercados de exportación, se profundizará aún más.
El mes próximo se espera una reunión entre Barack Obama y el presidente chino Xi Jimping. Uno de los temas a negociar es que el yuan ingrese a la canasta de monedas que el Fondo Monetario Internacional. Es parte del intento asiático de colar a su moneda entre las más importantes del mundo.
La devaluación del yuan sumará más presión al atrasado tipo de cambio del peso argentino contra el dólar. Todos los bancos centrales están ahora en la misma disyuntiva para los productos chinos no sean mucho más baratos que los locales, que generan más empleo en cada país. Esta decisión de China se suma a la devaluación en torno al 30% del real, otro socio comercial clave.
China es hoy un socio clave para Argentina. Es su gran prestamista internacional y el gran sostén de las reservas del BCRA. En septiembre del año pasado se firmó un swap de monedas que le permite al banco central argentino hacerse de una cifra extra de hasta 11.000 millones dólares.
En este punto, economistas como Pedro Rabasa puntualizan que la pérdida de reservas para el BCRA tras la devaluación oscilaría entre 150 y 170 millones de dólares.
