Con los ojos puestos en Cuba y EEUU comenzó la Cumbre americana

La expectativa está puesta en la histórica reunión que mantendrán en paralelo a la cita continental el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par cubano, Raúl Castro.

Durante la jornada de ayer llegaron la mayoría de los mandatarios asistentes a la cita continental, incluída Cristina Kirchner

La VII Cumbre de las Américas inició sus deliberaciones ayer por la tarde en Ciudad de Panamá con la expectativa puesta en la histórica reunión que los presidentes Barack Obama (EEUU) y Raul Castro (Cuba) celebrarán hoy en paralelo con la cita continental, en el contexto de las recientes negociaciones para acercar las relaciones diplomáticas y reabrir las embajadas luego de 50 años ilustradas bajo la figura del «deshielo».

La reunión bilateral fue confirmada ayer por el viceconsejero para la seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una nueva señal enviada por Washington de dar visibilidad pública a la búsqueda de consenso con Cuba. No parece casual el hecho de que este encuentro se da en el marco de la primera Cumbre de las Américas que se celebra con la presencia de la isla caribeña, vetada hasta el presente por EEUU con el apoyo de la amistosa Organización de Estados Americanos (OEA).

El anuncio de la reunión de hoy siguió a una serie de señales conocidas en las últimas horas, que incluyeron una conversación telefónica entre Obama y Castro el miércoles por la noche y una reunión el miércoles por la noche entre los cancilleres John Kerry y Bruno Rodríguez. Sin embargo, ayer por la tarde Obama se reunió con opositores cubanos que en los dos últimos días protagonizaron incidentes y escenas de pugilato con oficialistas.

Tras dar un discurso ante el Foro de la Sociedad Civil, Obama asistió a una mesa redonda, cerrada a la prensa, con activistas y líderes civiles de varios países, entre ellos los opositores cubanos Manuel Cuesta Morúa y Laritza Diversent, según la información facilitada por la Casa Blanca.

Además de EEUU y Cuba, el otro país que se aseguró cierta presencia política en la Cumbre fue Venezuela, a partir de su exigencia para que en el documento final de la Cumbre figurara un párrafo sobre las sanciones que EEUU le aplicó por considerar que el Estado bolivariano representa una amenaza inusual y extraordinaria contra su seguridad interna.

La propuesta no fue consensuada el jueves en la reunión de cancilleres -preparatoria de los textos que luego firman los presidentes- y en consecuencia se decidió que no habrá un documento final, sino que Panamá, en su calidad de organizador, brindará un informe.

Durante la jornada de ayer llegaron la mayoría de los mandatarios asistentes a la cita continental, incluida Cristina Fernández de Kirchner, quien lo hizo alrededor de las 23 de ayer. Obama lo hizo por la mañana, lo mismo que Castro, y al mediodía llegó a Panamá el venezolano Nicolás Maduro, quien en su primera actividad visitó el empobrecido barrio El Chorillo, que fue el más afectado por la invasión estadounidense de diciembre de 1989.

Desde el jueves se encuentran en Panamá el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa, que tuvieron amplia participación en foros paralelos, como las cumbres de los pueblos e indígenas.

Los únicos presidentes entre los 35 Estados presentes que no asistirán son la mandataria chilena, Michelle Bachelet, abocada a atender el problema de las inundaciones en el norte del país, y el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit.