(Escribe Adrián Freijo) – Hasta el momento de escribir esta nota sigue sin resolverse la situación de acefalía que afecta al Concejo Deliberante de General Pueyrredón. ¿Es posible que se decrete una intervención?
La insólita situación institucional por la que atraviesa el Partido sigue en un punto de indefinición propio de la improvisación y la mezquindad política con que fue encarada la cuestión que terminó con la separación de Vilma Baragiola de su posición a cargo de la Presidencia.
Más allá de todas las consideraciones que ya hemos hecho sobre el caso, es momento de preguntarnos cuales son las alternativas posibles para destrabar este entuerto.
Es claro que la lógica indicaría que hoy mismo, en una nueva reunión de presidentes de bloque que se va a llevar a cabo en horas del mediodía, los responsables dejasen de lado las mezquinas especulaciones y lograran darle autoridades al cuerpo.
Si bien el daño ya está hecho y la credibilidad en nuestros representantes roza sus niveles más bajos, ello permitiría que una importante lista de temas que la ciudad necesita que se resuelvan volviesen a ser tratados con su ritmo habitual.
Que tampoco es para descorchar champagne….pero algo es algo.
En las últimas horas comenzó a circular fuertemente la versión de una posible intervención del Concejo por parte del gobierno provincial. Inclusive se sostuvo que el no planeado viaje que ayer hiciese a La Plata el Intendente Municipal estaba directamente vinculado a esa posibilidad que poco entusiasma a Gustavo Pulti, por razones de imagen de normalidad institucional y también porque sospecha que detrás de la decisión puede ocultarse una maniobra de la dupla Manino-Curuchet que parecen haber comenzado una escalada para desplazarlo en el armado futuro de listas.
Una vez más, la especulación infantil de la clase política entra en escena en un tema que por su delicadeza debería transitar por otros carriles.
Pero, ¿qué dice la legislación al respecto?
En el artículo 265º del CAPITULO XII de la Ley Orgánica de las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires se prevé que “en el caso de las acefalías “corresponde al Poder Ejecutivo ( Provincial ) restablecer el ejercicio de las funciones de los departamentos municipales de acuerdo con las siguientes normas:
- – Si se tratare de acefalía del Concejo, nombrará un comisionado, el cual deberá convocar a sesiones y dispondrá su integración con los suplentes. Si también hubiere acefalía del Departamento Ejecutivo, obtenido quórum, el comisionado pondrá en posesión del cargo de intendente a su reemplazante legal”.
Es decir que la intervención es posible, está prevista y tal vez se encuentre más cercana de lo que puede suponerse.
Sería un baldón para la historia de mar del Plata y una cuesta difícil de remontar para una dirigencia que hace mucho ha dejado de estar a la altura de las necesidades de la gente.
Gente que por otra parte, y a la luz de tantas expectativas defraudadas, comienza ya a preguntarse si vale la pena esperar alguna respuesta de una institución anacrónica, pesada y lenta que en los últimos meses se pareció mucho más a un gallinero que a una representación ciudadana.
Y eso, con intervención o si ella, es lo más triste y peligroso.