Las cifras son altas pero alentadoras para un país que tuvo la peor época de su historia por el narcotráfico y guerrillas.
Con 12.800 asesinatos, una cifra aún elevada pero esperanzadora, Colombia cerró el 2014 con la menor cifra de ese tipo de sucesos en las últimas tres décadas de la nación que una vez fue duramente azotada por grupos armados y delincuencia común.
El mes que reportó menos incidencias fue diciembre con 1.155 casos, el número más bajo en ese periodo desde 2010. El general Rodolfo Palomino, director general de la Policía, aseguró que «297 municipios (sobre un total de 1.096) no registraron ningún asesinato en el último año». «Los excelentes resultados de Medellín pesaron en el consolidado nacional. En la capital de Antioquia, tan solo en diciembre se logró bajar el número de homicidios de 93 a 61, en comparación con el 2013. En contraste, en Bogotá y Cali hubo 133 y 153, respectivamente, en todo el mes», reportó El Tiempo de Colombia.
Medellín registra la tasa más baja de los últimos 35 años con 653 asesinatos en 2014, contra 925 crímenes de 2013.
La clave para este resultado, que si bien no es perfecto, es alentador, es una mayor presencia policial en las calles con un trato más cercano al ciudadano y el efectivo trabajo articulado entre la alcaldía, la Policía, los organismos de inteligencia y la Fiscalía General de la Nación, además de la restricción de portes de armas es otro de los factores que influyen en los resultados.
Cali es la segunda región con con menor reporte de muertes violentas y en 2014 registraron 414 asesinatos menos que en el 2013, una reducción del 21 por ciento, y fueron desarticuladas distintas bandas delictivas. En otros distritos como en Bucaramanga la reducción fue de un sólo 7 por ciento; y Barranquilla marcó un leve aumento en el número de casos.
En cuanto al asesinato de miembros de la Fuerza Pública en servicio, el último año registró 260 muertes, la cifra más baja en 10 años, después de haber alcanzado un pico histórico de 629 uniformados asesinados en 2005