A once días del asesinato del taxista Rubén Cufré, la investigación suma demasiados grises como para asegurar que el hecho está esclarecido.
Pocas horas después del asesinato, un menor fue detenido por la policía en cercanías de Tierra del Fuego y Alvarado, y pese a los antecedentes del mismo en hechos similares hizo pensar en un rápido esclarecimiento del caso.
Sin embargo el trabajo del fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil Carlos Russo intentó ir más allá y volvió a solicitar la presencia de testigos y la necesidad de modificar la legislación respecto a las detenciones de menores relacionados a delitos graves.
En la última semana tres personas declararon bajo reserva de identidad y aunque sus relatos no pudieron identificar a los autores de la agresión, todos coincidieron en la mecánica del hecho señalando que fueron dos las personas que se acercaron al taxi, abrieron la puerta y le dispararon antes de escapar.
Si bien la falta de testigos oculares complica el avance de la causa, para los investigadores ha sido clave la pericia realizada en el proyectil que matró a Cufré. El plomo rescatado en la operación de autopsia fue disparado por la misma arma con la que asesinaron a Norberto Pili en el interior del complejo Centenario.
Ya se realizaron las pericias psicológicas y psiquiátricas ordenadas sobre el menor pero todavía no se entregaron los informes finales asi como con los informes socio ambientales que serán remitidos la próxima semana.
Más allá de la decisión que tome la Justicia por este hecho, ante la seguidilla de conflictos del menor con la Ley se le dio intervención a los servicios sanitarios y de protección zonales para continuar en la atención del menor por los serios problemas de adicción que registra.
