Decenas de personas, declaradas fuera de peligro por ébola en Dallas

Las autoridades temen que la llegada de la gripe dificulte las medidas de prevención. Obama promete más vigilancia para evitar nuevos casos de ébola

Unas cincuenta personas de las aproximadamente 150 que habían estado en contacto directo o indirecto con el liberiano fallecido por ébola en Dallas (Texas), Thomas Eric Duncan, y con las dos enfermeras contagiadas concluirán este lunes el periodo de 21 días de vigilancia, o de cuarentena en algunos casos, sin que hayan desarrollado la enfermedad, informaron las autoridades sanitarias. La buena noticia coincide con un endurecimiento de las medidas preventivas en todo el país, especialmente en el Estado de Nueva York, el de mayor afluencia de pasajeros procedentes de África Occidental, y con la creación por parte del Pentágono de un equipo militar médico expedicionario de 30 personas para responder de urgencia a posibles casos de ébola que se detecten dentro de la Unión.

La histeria y el miedo se han unido al virus como máximas preocupaciones de las autoridades federales a la hora de manejar la crisis del ébola. Pese a haberse producido sólo un fallecimiento y dos casos diagnosticados en suelo estadounidense, el temor de los ciudadanos aumenta a medida que se anuncian simulacros de atención a personas supuestamente contagiadas en lugares de gran afluencia de gente como el Metro de Nueva York o los campus universitarios del Estado, y miembros de la oposición republicana reclaman al presidente Barack Obama un cierre de fronteras con África Occidental. Un nuevo factor amenaza con empeorar la situación: la llegada de la temporada de gripe. Los hospitales temen el colapso de muchos servicios de emergencia por la afluencia de enfermos con síntomas parecidos a los del ébola en sus primeras etapas (fiebre y dolores corporales).

Apenas 24 horas después de que el presidente Obama pidiera a sus ciudadanos, durante su tradicional alocución radiofónica de los sábados, que no cayeran en la «histeria y el miedo», las noticias desde Dallas, epicentro de la crisis del ébola en el país, llegaron en su socorro. Entre las personas declaradas fuera de peligro están la novia del liberiano fallecido, Louise Troh, su hijo Timothy de 13 años y otros dos familiares que vivián en el mismo apartamento, todas ellas consideradas de máximo riesgo por haber estado con Duncan cuando este ya presentaba síntomas de la enfermedad.También están a salvo de contagio trabajadores sanitarios que atendieron al liberiano y un vagabundo que viajó en la misma ambulancia que este antes de que fuera esterilizada.

En una nota pública, Louise Troh declaró: «Somos muy felices por que esto se acabe, y muy agradecidos por que ninguno de nosotros haya desarrollado la enfermedad. Hemos perdido mucho, pero conservamos la vida y nuestra fe en Dios. A pesar de que la cuarentena ha terminado, nuestro luto continúa. Por eso, pedimos privacidad para reconstruir nuestra casa, nuestra familia y nuestra vida diaria».

También se ha descartado el contagio de la enfermera que manipuló muestras del fallecido en el Presbyterian Hospital de Dallas antes de embarcarse en un crucero por el Caribe de la compañía Carnival con otras 4.500 personas. La mujer y su compañero regresaron este domingo en el barco a Galveston (Texas), donde desembarcaron sin problemas, según las autoridades del condado.

Este caso ejemplifica las dificultades de atender supuestos casos de ébola lejos de los hospitales de referencia o sus áreas de influencia. Según las versiones oficiales conocidas, cuando las autoridades sanitarias de EE UU supieron que la enfermera estaba a bordo del crucero, solicitaron su aislamiento, como medida preventiva, e intentaron su evacuación desde Belice, su puerto de destino. Sin embargo, el Gobierno del país centroamericano no permitió que el barco atracara. Lo mismo sucedió en Cozumel (México), otra de las escalas. Las muestras de la enfermera fueron tomadas por un médico del barco y evacuadas por un helicóptero de la Guardia Costera de Estados Unidos.