Mariana Pizarro, exalumna del profesor Miguel Ángel Porro, reflotó una grave denuncia por abuso sexual en la Escuela Nacional de Artes Dramáticas.
«Este tipo es un monstruo y un abusador serial. Es una persona muy violenta», agregó la denunciante. El vicedirector de la escuela de Ballester, Alberto Jorge, negó la existencia de las denuncias y asegura que el docente no tiene ningún antecedente. Este lunes el profesor fue noticia por haber sido intoxicado por una alumna de 12 años que le puso K-Othrina en su botella de agua.
Luego de que se conociera el caso de un profesor envenenado en Villa Ballester, una exalumna de la Escuela Nacional de Artes Dramáticas (actualmente IUNA), reflotó una vieja denuncia contra el docente Miguel Ángel Porro. La mujer asegura que en 1996, 7 alumnas denunciaron al maestro de esa institución «por abuso sexual y maltrato».
«Cuando lo vi en la televisión me pareció una pesadilla. Este tipo es un monstruo. No vamos a permitir que siga trabajando. Es una aberración que siga dentro del sistema educativo. Es un abusador serial. Actuó de violador en la película «La noche de los lápices» y ante los alumnos se jactaba de haber disfrutado esa escena», contó Mariana Pizarro en el canal A24.
Según la mujer, el profesor no abusó de ella pero «fue extremadamente violento» y contó que se labraron al menos 7 actas en el establecimiento que terminaron removiendo al docente del cargo. Sin embargo, la exalumna reconoció que esas denuncias no fueron hechas ante la Justicia «porque en esa época no había mucho conocimiento por la violencia de género».
Porro fue noticia este lunes tras haber sido envenenado por una alumna de 12 años que le puso K-Othrina en su botella de agua, dentro de la Escuela Media 13 de Villa Ballester. El vicedirector del colegio ubicado en el Partido bonaerense de San Martín, Alberto Jorge, negó la existencia de denuncias y aseguró que el profesor no cuenta con antecedentes.
Por su parte, la menor que colocó el veneno fue apartada de la institución pero las autoridades adelantaron que no perderá el año. A través de Facebook y visiblemente sin tomar dimensión de lo que había hecho, decía el 27 de noviembre pasado: «jaja esta en terapia intensiva… ojala que se muera». A lo que otra compañera respondía en la red social: «no digas eso».
