El Barcelona no ha encontrado indulto por parte de la FIFA. El club azulgrana no podrá incorporar jugadores a partir del próximo mercado de invierno de 2015, que se abrirá en enero, ni tampoco en el siguiente en verano después de que la Comisión de Apelación del organismo futbolístico haya rechazado los recursos que presentó tanto la entidad como la Real Federación Española de Fútbol por un caso de protección de menores.
Al mismo tiempo, deberán abonar las correspondientes multas económicas, que asciende a los 371.678 euros en el caso de la institución barcelonista.
De esta manera, el Barcelona deberá efectuar la sanción impuesta por la FIFA por incumplir la normativa relacionada con la incorporación y traspaso de menores de edad. Un castigo que fue suspendido cautelarmente en abril y que ha permitido acometer esa remodelación profunda de la que tanto se habló desde la cúpula directiva, y que ha provocado la llegada de Luis Enrique al despacho de entrenador, acompañado por Ter Stegen, Claudio Bravo, Vermaelen, Mathieu, Rakitic, Rafinha y Luis Suárez. Por cierto, el club azulgrana tiene hasta el 1 de septiembre para realizar algún cambio más, por ejemplo contratar a alguien y después cederlo, así como cerrar operaciones abiertas como la de Cuadrado o Douglas. Sin embargo, a partir de enero de 2015 y durante un año no podrá «inscribir jugadores tanto a nivel nacional como internacional» como reza el comunicado del ente. Así hasta enero de 2016, como dictaba la primera decisión de la FIFA.
La entidad barcelonista, por su parte, ha anunciado que defenderá «sus intereses ante las máximas instancias jurídicas deportivas, en este caso el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS)». «El Barcelona no puede compartir de ninguna manera una resolución que atenta contra el espíritu de nuestra Masia, un ejemplo de formación académica, humana y deportiva, reconocida mundialmente», explica el comunicado difundido desde el club.
Así ha sido su postura desde que explotara el espinoso asunto, una bomba contra la esencia del Barça, su escuela de formación, su idiosincrasia, su razón de ser. Directo al corazón, algo que no parece haber logrado el club con el ente ni con encuentros de Josep Maria Bartomeu con el presidente de la FIFA, como ocurriera en la final del pasado Mundial, ni tampoco tras presentar el recurso este martes. «Somos víctimas de una injusticia, se castiga un modelo de 35 años», denunció el mandatario barcelonista hace meses, cuando estalló el asunto. Es más, en el partido ante el Betis se mostró una enorme pancarta institucional donde se leía ‘La Masia no es toca’.
Todo, después de que el propio presidente del Barcelona avisara que tenía «indicios» y «evidencias importantes» acerca del responsable, esa «mano negra» que presentó la denuncia anónima que generó que la FIFA investigara a 37 menores de edad desde que recibió una petición sobre Lee Sung Woo en febrero de 2013, y que finalizó con la sanción que deberá cumplir y ante la que de nada ha servido la contribución del ex secretario y portavoz azulgrana, Toni Freixa, como responsable jurídico. En pocos días, el club ha visto cómo el TAS permitió a Luis Suárez entrenar con el equipo pero mantuvo su castigo por el bocado a Chiellini durante el Mundial hasta el 25 de octubre, y ahora recibe este nuevo fiasco, posiblemente el más doloroso por ir a por su punto de equilibrio, La Masia.