La familia de Lola Chomnalez, la adolescente de 15 años asesinada en una playa de Uruguay, despidió hoy los restos de la joven en el cementerio de la Recoleta.
El cuerpo de la menor llegó esta mañana al país tras la autorización que recibió anoche por la Justicia de Uruguay.
Fue una ceremonia íntima de la que participó el círculo más cercano de la familia, así como también algunas amigas de la joven, e incluyó una ceremonia religiosa de cuerpo presente.
En paralelo, la investigación llevó a la detención, esta mañana, de un hombre de unos 35 años, que fue quien encontró el cadáver de la menor en la playa de Barra de Valizas, según informaron medios de ese país.
En ese marco, el padre de Hernán Tuzinkevich, el marido de la madrina de Lola, aseguró que su hijo «es inocente», que no tiene «nada que ver» con el crimen, por lo que afirmó que el pastelero, detenido y luego liberado, «es un perejil» en la causa. Por su parte, la familia Chomnalez expresó que sigue la investigación del caso «con mucha cautela y prudencia», pero reclamó «certezas» a la Justicia uruguaya, a través del abogado que los asesora, Jorge Barrera.
Anoche, la Justicia del país vecino habilitó el traslado a Buenos Aires del cuerpo de Lola, tras el pedido del acta de defunción por parte de la jueza Marcela López, lo que se concretó durante esta mañana. Los restos de la adolescente fueron llevado a una bóveda familiar en el barrio porteño de La Recoleta, donde este mediodía se ofició una misa en su memoria, con la presencia de sus padres, Diego y Adriana, su abuela, la reconocida chef Beatriz Chomnalez, allegados y amigas de la víctima.