Redacción – Lorenzetti deja la presidencia de la Corte Suprema tras once años de una discutida gestión. Cuando en el paìs hace falta menos oleaje, otra vez los caprichos de Carrió se imponen.
No eran pocos los que decían por estos días que el pago exigido por Lilita para atraer hacia sí las espumas de una crisis que se agigantaba a cada paso era, ni más ni menos, la cabeza de su archienemigo Ricardo Lorenzetti como titular de la SCJRA. Y no se equivocaban…
La líder de la Coalición Cívica -que en el último tiempo hiere constantemente las bases de la seguridad institucional con una arremetida extravagante en la que el país se convierte en un «lo que yo quiero o nada», propugnando entre otras cosas que ante una crisis Macri y ella se suiciden en la Casa Rosada- consiguió por fin terminar con el reinado del hombre que logró abrir las ventanas de la Corte y generar un hilo conductor con una sociedad que comenzó a saber de que era lo que se trataba allí adentro.
Claro que para Carrió esa democratización del superior tribunal escondía espurios negocios que denunciados por ella tenían visos de exageración difícil de aceptar. Que haya jueces vinculados con el narcotráfico suele ser común en cualquier país del mundo, que los haya también involucrados con el contrabando no es por cierto nada raro.
Pero es poco creíble que quien comande ese tipo de organización sea un miembro de la Corte Suprema de este país o de cualquier otro. Los capos de esas mafias necesitan la impunidad que se les brinda en primera instancia…¿de qué les serviría que el máximo tribunal los exculpe y libere diez años después, cuando la causa llegue a sus manos?. Delirante….
pero en la Argentina las cosas son así y una mañana -esta mañana- un Acuerdo de los miembros resolvió echar ya, y sin miramientos, a quien durante más de una década los había conducido. Sin siquiera le dejaron esperar la fecha del recambio; para que el escarnio fuese total se resolvió que a partir de hoy sea Elena Highton de Nolasco quien presida el organismo.
Lilita tiene su cadáver…y lo tienen sangrante; como para permitirle arrastrar el despojo durante bastante tiempo y dejando su huella marcada.
¿La república?…otra vez bajo el signo del escándalo y la falta de seriedad. Pero ya sabemos que hay otra república que se mueve bajo los valores y caprichos de Carrió y sus impulsores mediáticos.
Y parece que esa va ganando por goleada…