Kim Jong-un anuncia que está abierto al diálogo con Corea del Sur. El líder norcoreano afirma que hará «todos los esfuerzos» para mejorar la relación con Seúl
Nuevo paso decisivo para el acercamiento entre las dos Coreas. El líder norcoreano, Kim Jong-un, se mostró dispuesto este jueves por primera vez desde que llegó al poder a relanzar el diálogo “al más alto nivel” con el país vecino. “Siempre dependiendo de los ánimos y las circunstancias que se creen, no hay razón para no celebrar una cumbre al más alto nivel”, dijo. Así, el mandatario abrió la puerta a una posible reunión con la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, con el propósito de que los lazos entre ambos países experimenten “un gran cambio”.
El líder del hermético país realizó las declaraciones en su tradicional discurso de Año Nuevo, de unos 30 minutos, emitido por la televisión estatal KCTV. En un tono sorprendentemente conciliador, también aseguró que el régimen hará “todos los esfuerzos” para avanzar en el diálogo con Seúl. “Si las autoridades surcoreanas quieren sinceramente mejorar las relaciones a través del diálogo, podremos reanudarlo”, añadió.
2014 ha sido un año lleno de altibajos en las relaciones entre ambos países. En febrero celebraron su primera reunión formal en siete años, una cita que desbloqueó varios encuentros entre familias separadas por la guerra que vivió la península entre 1950 y 1953. En octubre, la mano derecha de Kim Jong-un, Hwang Pyong-so, encabezó por sorpresa una delegación de oficiales que se reunieron con altos cargos surcoreanos. Días después los responsables de los ejércitos también dialogaron, aunque Corea del Sur explicó que las diferencias entre ambos lados eran, por ahora, irreconciliables. El acercamiento y los contactos de alto nivel, sin embargo, no han evitado episodios como los intercambios de fuego real entre ambas armadas en su frontera marítima en disputa ni han acabado con los constantes lanzamientos de misiles de corto alcance por parte de Pyongyang.
En su discurso, Kim condenó las maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y Estados Unidos, que los calificó de “ejercicios preparatorios de guerra” y que, a su juicio, “impiden un diálogo basado en la confianza y no dejan seguir adelante con las relaciones entre el norte y el sur”. El joven líder no hizo referencia explícita a la polémica sobre el ciberataque a Sony ni al estreno del filme La Entrevista, pero instó a Estados Unidos a acabar con su política “hostil” hacia Pyongyang.
El discurso de Kim ha sido recibido con cautela en Corea del Sur. En un comunicado, el Gobierno pide a Pyongyang que acepte su propuesta para relanzar el diálogo “lo antes posible”. Esta semana el sur propuso retomar las conversaciones bilaterales para discutir asuntos de interés común, entre ellos futuras reuniones de familiares separados. Pyongyang aún no se ha pronunciado sobre ello.
Ambas Coreas siguen técnicamente en guerra después de que el conflicto entre 1950 y 1953 se cerrara con un alto al fuego –que situó la frontera cerca del paralelo 38- y que nunca resultó en un tratado de paz. Corea del sur espera que en 2015, año que coincide con el 70 aniversario del fin del dominio japonés sobre la península, las relaciones entre ambos países puedan mejorar de forma significativa. En su mensaje de Año Nuevo, Park Geun-hye prometió sentar las bases para una posible futura unificación: “Voy a intentar abrir el camino que poner fin a estas largas siete décadas de división”.