Padre e hijo se fundieron en un abrazo sin reproches. Tras años de búsqueda, el basquetbolista viajó a Estados Unidos para conocer a su papá, el exjugador de la Liga Nacional en los 80’s, Zachary Cooper.
Nico Lauría hizo un viaje relámpago a la pequeña ciudad estadounidense de Slidell para empezar a reconstruir su historia a través de sus vínculos familiares paternos. No tenía recuerdos de haber estado con su papá, pero atesoraba fotos en las que se veía junto a él durante sus primeros años de vida en Mar del Plata.
En este viaje soñado, no sólo conoció a su papá sino que también descubrió una familia numerosa que lo recibió con los brazos abiertos.
Su abuela sabía de su existencia, lo había buscado sin éxito y tenía una foto suya junto a la de sus otros nietos. Cuando Nico retomó la búsqueda hace muy poco tiempo, encontró primero a su prima vía Facebook y por su intermedio llegó a contactar a la abuela de ambos. Fue ella la que sugirió que Nico viajara a conocer a la gran familia Cooper.
Su papá, Zachary, lo estaba esperando en el aeropuerto y ese encuentro mágico se selló con un interminable abrazo que no necesitó de palabras ni explicaciones para demostrar una vez más que «sangre no es agua».
Las charlas entre padre e hijo fluyeron de manera natural y fueron apareciendo las respuestas que Nico estaba buscando después de tantos años de interrogantes. No hubo reclamos ni reproches.
El padre que había estado ausente abrió su corazón, contó que había pasado momentos muy malos, que sufrió mucho el hecho de dejar de jugar al básquet por lesión, reconoció que le costó volver a encontrar un camino en la vida y que recién ahora se siente en paz para estar bien con los demás.
En una vorágine de encuentros familiares, Nico supo que tiene un hermano que ahora está preso y conoció también a su hermana de su misma edad que nació con pocos meses de diferencia. Y ella se enteró en el mismo momento en el que los presentaron. Si bien fue un momento incómodo por su reacción de plena sorpresa, de inmediato Ashley procesó la situación y se acercó a su hermano para demostrarle su cariño y total predisposición para empezar a conocerse.
Fueron siete días de emociones muy fuertes que marcaron el inicio de una nueva historia en la que Nico Lauría se siente pisando a paso firme con su identidad. Antes de despedirse, Zachary Cooper le ofreció a su hijo darle el apellido para que fuera ciudadano americano y también le manifestó su intención de viajar a la Argentina más adelante. Y ese adiós se convirtió en un «hasta pronto».
Recién llegado de Estados Unidos, Nico habló en Radio Brisas en el programa Un Lugar en el Mundo y contó sus sensaciones con la emoción a flor de piel.