El basquetbolista de 42 años estaba jugando en la Serie C del básquet italiano y, tras la suspensión de la competencia, ya tenía pasaje para retornar justo el día que dejaron de operar los aeropuertos en Argentina.
Llegó a Italia en diciembre del año pasado para integrar el equipo de básquet de la localidad de Osimo en la provincia de Ancona. El mes pasado se detuvo la actividad y los dirigentes gestionaron su regreso al país lo más pronto posible. Así fue que llegó al aeropuerto de Roma listo para embarcar y allí le avisaron que Argentina había cerrado sun fronteras.
De vuelta en Osimo tras no haber podido volar, Germán Sciutto se encuentra solo a la espera de una respuesta y preocupado porque su famila está en Argentina y lo necesita en esta coyuntura tan particular. Dado que la única opción es un vuelo de repatriación a través de Aerolíneas Argentinas, las chances se reducen después de darse a conocer que, por ahora, no está previsto ir a buscar argentinos en Italia, uno de los países del mundo más afectados por el coronavirus.
Con la intención de no perder la calma, el exjugador del «cervecero» insiste con llamados a la embajada, pero no consigue respuestas ni alguna posibilidad de solución mientras tiene que serguir viviendo en euros a la espera de poder retornar. En diálogo con la periodista Florencia Cordero en el programa Un Lugar en el Mundo de Radio Brisas, Sciutto habló de su estado de ánimo ante esta inusual situación e hizo hincapié en la necesidad de poder estar con su familia.
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