El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó hoy a la Argentina llevar adelante «políticas macroeconómicas más restrictivas combinada con un tipo de cambio más débil».
En el trabajo el FMI también proyectó un retroceso en la producción durante 2015, prolongando así la tendencia de 2014.
«En Argentina, las presiones cambiarias han disminuido recientemente, pero la producción aún se prevé que disminuya ligeramente en 2015, extendiendo la desaceleración del año pasado», dijo la institución a cargo de Christine Lagarde.
Añadió que «los desequilibrios macroeconómicos permanecen en forma significativa, tras un período prolongado de expansión fiscal».
El FMI consideró que las «restricciones sobre el comercio internacional y el mercado de divisas creó una significativa brecha entre la tasa oficial y el intercambio informal».
En ese sentido puntualizó que la brecha entre ambas cotización «se estabilizó» entre el 40 y el 50 por ciento» desde finales de 2014. Pese al contexto descripto, el FMI señaló que el «sentimiento de los inversores financieros hacia Argentina recuperó algo de terreno» y vinculó un «relativo optimismo» al «moderado endeudamiento.
El organismo también resaltó que este clima tiene como base «a expectativa de que algunos de las políticas económicas más disruptivas podrían relajarse tras las elecciones de octubre.
A este análisis sumó que «reciente cambios legales también han mejorado el clima de inversión para empresas petroleras internacionales, tendiéndole la posibilidad de aprovechar un gran potencial de Argentina en el sector energético».
No obstante, el FMI advirtió que por la caída en el precio de la soja, la débil actividad en Brasil y la apreciación del tipo de cambio frenan el crecimiento, con lo cual la economía cederá 0,3 por ciento este año.
«Aunque sus perturbaciones económicas son menores, Argentina requerirá una mezcla similar de políticas macroeconómicas más restrictivas, un más débil tipo de cambio, y menos distorsiones en la microeconómica para sentar las bases para un retorno a la estabilidad y el crecimiento», concluyó.