El FR presentó un informe lapidario sobre hospitales provinciales

No sólo el HIGA local es un desastre y un informe del Frente Renovador lo pone en evidencia. Más allá de la «ola naranja» la salud se cae a pedazos en la provincia.

«Los hospitales del Bicentenario modelo 2015, el anuncio K que demora 7 años», se titula el informe elaborado por el ex diputado provincial por la CC, ahora en el massismo, Walter Martello, en el que da cuenta, justamente, de las demoras que sufrieron los mencionados nosocomios.

«La construcción de hospitales en cualquier lugar del mundo y conforme a las nuevas técnicas constructivas no dura más de 48 meses, a no ser por problemas de flujos de inversión, catástrofes, etc.», agrega el ex legislador.

Y agrega que «en la provincia de Buenos Aires un anuncio formulado hace ya casi 6 años, no verá la luz en esta gestión K, más allá que probablemente en el 2015 se comience una etapa de corte de cintas, vacías en su funcionamiento».

Tras criticar la inversión en salud pública, en el informe se recuerda que «en octubre de 2008, la presidente lanzó un Plan de Construcción de Hospitales del Bicentenario, que permitirá la ejecución de siete nuevos centros de salud, con una inversión de 722 millones de pesos».

«El citado Plan contempla la ejecución de siete centros de salud en las localidades de Gregorio de Laferrere, Rafael Castillo, Escobar, Esteban Echeverría, General Rodríguez, Ituzaingó y Paraná (provincia de Entre Ríos). Cuatro de estos hospitales regionales estarían ubicados en el territorio de la provincia de Buenos Aires», señala Martello.

Así el gobernador bonaerense Daniel Scioli firmó un convenio marco para construir cuatro nuevos hospitales en los partidos de Ituzaingó, Esteban Echeverría, General Rodríguez y Escobar, continúa el informe.

De la firma del convenio participaron también titular del PAMI, Luciano Di Césare; el entonces titular de la cartera sanitaria de la Provincia, Claudio Zin, y el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, localidad donde se preveía la construcción del primer hospital.

Recuerda a su vez que «el apuro por el anuncio en Ituzaingo determino que ni siquiera se tenga en cuenta la situación de la parcela a radicarse y se tuvo que sancionar dos años después una ley provincial para ceder las mismas».

«A casi 7 años, las obras están iniciadas en todos los caso, pero nada hace prever que culminen antes del mandato de Cristina Kirchner. El problema no solo radica en la fase constructiva que podría resolverse aunque en muchos casos se duda de su culminación, sino en lo que representa la incorporación del personal, la aparatología, etc».

Sita como «caso testigo» al Hospital Ballestrini de La matanza, que después de inaugurarlo cinco veces, la última antes de las elecciones 2013, todavía funciona como una Unidad de Pronta Atención (UPA), o sea mínimos servicios dentro de un hospital de miles de metros cuadrados, donde ni siquiera a la fecha hay ni pediatras de guardia.

En tanto, respecto del Hospital de Escobar, Martello sostiene que «la obra solo pudo iniciarse en el año 2011 es decir 3 años después de lo anunciado por CFK, el intendente Guzmán ya recibió las promesas del ministro que el mismo estaría concluido en el 2013».

«Más tarde anunciaron que sería para fines del 2014, pero el 14 de abril del 2013 se reconoció que la obra solo estaba avanzada en un 40 por ciento. Es de los cinco el más atrasado».

Añade que «en el caso de Laferrere y Rafael Castillo en La Matanza ‘estarían para Marzo-Abril del 2015’, es la respuesta que recibió el gremio CICOP, pero eso tendría que ver con las obras de ingeniería y arquitectura, la puesta en funcionamiento operativa es imposible por las actuales restricciones presupuestaria del proyecto de gastos que envió el gobernador a la legislatura».

«El caso de Esteban Echeverría quizá sea el más adelantado, pero tiene el mismo problema de financiamiento, aun si se ‘cerraran’ los servicios del viejo Hospital Santamarina y se trasladara todo el personal allí, el mismo constituiría solo una cuarta parte de lo necesaria para atender las prestaciones allí anunciadas», completa el dirigente massista.

Como conclusión, afirma que «los intendentes saben que estos anuncios son importantes, las obras son importantes, pero temen que no se pueda sostener en el tiempo una decisión que fue inconsulta, que desde lo presupuestaria merece objeciones y que no conforma ningún plan serio».

«Muchos de ellos hubiesen preferido acercar la política de salud a los efectores de atención primaria en cada uno de los barrios, para descomprimir la actual situación hospitalaria, porque saben que el efecto ‘corte de cinta’ 2015, es un boomerang para sus gestiones que probablemente transciendan las de la propia CFK», completó.