El «Gloria Gate» devolvió a Daniel Angelici el protagonismo judicial

El presidente de Boca fue fundamental para lograr que el paso de Calcaterra por tribunales fuese de apenas horas y que la figura de Macri quedase lejos de un escándalo que podía salpicarlo.

Daniel Angelici fue la clave del Gobierno para que el tsunami  desatado por la causa de los cuadernos no golpeara de lleno a Mauricio Macri.

Denunciado por Elisa Carrió por su influencia en Comodoro Py, el presidente de Boca puede regodearse por estas horas a sabiendas de que acaba de dejar una lección inocultable en su vieja enemiga: siempre en la Argentina hacen falta personas que levajten el teléfono y sean atendidas. ¿Preferiría la líder de la Coalición Cívica que el presidente terminase salpícado por las andanzas de Ángelo Calcaterra y Javier Sánchez Caballero?.

El tratamiento especial que recibió Calcaterra, que sólo pasó un par de horas por Comodoro Py, se debe a los aceitados vínculos de Angelici con el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, los disparadores del caso que sacude al sistema político y empresarial argentino.

Hay que recordar que a instancias del actual titular del club  Stornelli llegó al cargo de jefe de seguridad de Boca Juniors e integró la lista que llevó a la reelección de Angelici en la presidencia xeneixe.

La relación de Angelici con Bonadio también es clave. El nexo del macrismo con el juez es el propio Angelici y es sabido que   Bonadio estuvo en su cumpleaños años atrás, en el Hotel Hilton.

Por las denuncias de Carrió el «Tano» debió bajar notoriamente su perfil, pero por estas horas nadie duda que a la hora de bajar al barro para arreglar este tipo de cuestiones no hay cerca de Macri nadie con la cintura y los contactos de de quien es reconocido en los tribunales como alguien «con códigos» que siempre cuida a sus interlocutores.

Y que en este caso logró nada menos que salvar al presidente de una situación difícil de explicar. ¿Terminarán los ataques de Carrió?. El tiempo lo dirá…total, alguna vez gritó a los cuatro vientos que su límite era Macri, al que tildó de corrupto.

Y acá estamos.