En una polémica decisión, Juan Manuel Santos envió al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Javier Flórez, en cabeza de una delegación de altos oficiales, para discutir con los guerrilleros el cese bilateral del fuego. En la reunión que sostendrán el viernes en La Habana hablarán también de la «dejación» de armas y la desmovilización de los terroristas.
El equipo, que integran representantes de los Ejércitos de Aire, Tierra, Mar y la Policía Nacional, viajó la mañana del jueves a Cuba y regresará después del encuentro. «Nada exalta más su dignidad que se escuche su voz», declaró el Presidente al anunciar los integrantes de lo que será una subcomisión de «técnicos», según manifestó el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Así mismo alegó que nadie mejor que el general Flórez y demás oficiales para organizar todo lo relativo a cuestiones de índole militar en lugar de dejarlo en manos de «economistas» o expertos en otras áreas.
El Centro Democrático, que lidera el ex presidente Álvaro Uribe, manifestó su oposición a la medida. «Humilla y desmoraliza a los militares porque iguala a terroristas que están masacrando a policías y militares con las Fuerza Armadas legítimas», manifestó Alfredo Rangel, congresista. Fueron los únicos que repudiaron el viaje ya que el resto de los principales partidos políticos, tanto los que integran la Unidad Nacional como los de izquierda, la apoyaron.
Consideran que el hecho de que un general que ocupa uno de los cargos clave trate con las FARC cuestiones que afectan al Ejército, es la demostración de que las negociaciones de paz no tienen vuelta atrás.
Otro tanto más
Hablar de tú a tú con un oficial de tan alto rango, no es el único tanto que se anota las FARC, que siempre han aspirado a que les equiparen con las Fuerzas Armadas legítimas. También este jueves quedará confirmada la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas que estudiará los orígenes de los 50 años de violencia guerrillera. Son 12 integrantes, la mitad escogida por la banda terrorista, que tendrán cuatro meses para entregar el citado documento. Las FARC pretenden justificar sus incontables crímenes y difuminar su responsabilidad, argumentando que son tan culpables o inocentes como cualquier otro sector social.
Cabe anotar que las FARC y el gobierno negocian una agenda de cinco puntos con el fin de darle una salida política a medio siglo de terrorismo. Hasta el momento han alcanzado acuerdos parciales en tres de los cinco, aunque han dejado para el final los aspectos más complejos de pactar. En estos momentos se encuentran en el cuatro, el relativo a las víctimas, y llevan más de dos años en conversaciones. Por tanto, aún queda un trecho que recorrer y que llevará todavía uno o dos años más.