El Mundo – Francisco instó a las dos Coreas a «buscar la paz» y evitar muestras de fuerza

HAYA PAZ

El Papa pidió «derribar los muros de la desconfianza», durante una ceremonia en el palacio presidencial de Seúl. Aseguró que el mundo está «cansado de guerras» y se mostró preocupado por la estabilidad en la región.

«La búsqueda de la paz por parte de Corea es una causa que nos preocupa especialmente, porque afecta a la estabilidad de toda la región y de todo el mundo, cansado de guerras», aseguró Francisco en lo que fueron sus primeras palabras, pronunciadas en inglés, en territorio surcoreano.
El papa Francisco animó este jueves a las dos Coreas a «buscar la paz» y a «derribar los muros de la desconfianza», durante una ceremonia en el palacio presidencial de Seúl, donde el pontífice llegó para una visita de cinco días a Corea del Sur.

El pontífice, que se reunió tras su llegada con la presidente surcoreana, Park Geun-hye, recordó que la Península de Corea «es una tierra que ha sufrido durante mucho tiempo la ausencia de paz», e hizo un llamamiento a «derribar los muros de la desconfianza y del odio promoviendo una cultura de la reconciliación y de solidaridad».

El papa Francisco llegó este jueves a Seúl para promover el catolicismo en esta región y abogar por la reconciliación de las dos Coreas, aunque Pyongyang respondió lanzando una salva de misiles al mar.

 

El papa fue recibido en el aeropuerto de Incheon por la presidente Park Geun-Hye y escolares que le hicieron una ofrenda floral. También se reunió en la alfombra roja con dos tránsfugas norcoreanos y allegados de las víctimas del ferry Sewol cuyo naufragio, el 16 de abril, dejó más de 300 muertos, la mayoría estudiantes.

El soberano pontífice se desplazó en un pequeño Kia negro, especialmente construido para él, sonriente y saludando a la muchedumbre que se congregó en las carretera para darle la bienvenida.

Casi simultáneamente, Corea del Norte disparó al mar tres misiles de corto alcance, un medio que utiliza regularmente el régimen de Pyongyang para demostrar su descontento y amenazar a Seúl y a sus aliados.

El santo padre tiene previsto enviar un mensaje desde Seúl, no lejos del 38º paralelo que marca la frontera entre las dos Coreas, para tratar de contribuir al acercamiento entre el Sur, capitalista, y el Norte, comunista, separados desde 1953.

El obispo de Roma le aseguró a su anfitriona, la presidente surcoreana, que desde «lo más profundo de su corazón» esperaba la reconciliación de los dos países.

El pontífice argentino va a celebrar una misa para «la paz y la reconciliación» en la catedral de Myeong-dong en Seúl, el 18 de agosto, como colofón de su visita de cinco días.