Ayer tomábamos nota de una situación judicial que parecía involucrar al flamante funcionario. Ampliamos hoy la información que da cuenta de su absolución y el carácter único de la misma.
Documentación llegada en la víspera a LIBRE EXPRESIÓN daba cuenta de una situación judicial en la que se había visto envuelto Luis Felipe Melo cuando prestaba funciones en la Secretaría de Gobierno, Subsecretaría de Control Comunal del gobierno de la CABA, efectuando tareas de inspección. Allí se daba cuenta de la causa judicial Nº 86.301, caratulada: “Melo, Luis y otros s/ Negociaciones Incompatibles con la Función Pública”, en trámite por ante el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 10, Secretaria Nº 130.
En ella se investigaron presuntas irregularidades de funcionarios de la entonces Subsecretaría de Inspección General de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires en la tramitación y otorgamiento de habilitaciones de diversas índoles, cuyas conductas consistieron en el cobro de diversas sumas de dinero a los particulares a cambio de agilizar o asegurar un resultado favorable.
Paralelamente la administración ordenó el pertinente sumario administrativo a fin de deslindar las responsabilidades que pudieran corresponder al agente Carlos Pérez Fuentes (F.C. Nº 278.026), otro de los procesados, con motivo de los hechos denunciados en la causa judicial Nº 86.301.
En su momento el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3, decretó la absolución de Eduardo Luis Bechara, Carlos Pérez Fuentes, Héctor Roberto Günther y Luis Felipe Melo en orden a los delitos por los que fueran investigados, cuyo decisorio se constituyó firme, motivo por el cual el gobierno porteño dio por cerrada la instancia administrativa, continuando los agentes –obviamente Luis Melo incluido– desarrollando normalmente sus actividades.
No existe constancia alguna de que dicho agente, hoy designado Director general de Inspección del gobierno de Carlos Arroyo, haya tenido antes o después de aquella época otras denuncias en su contra o causas penales que lo tuviesen como imputado.
Las averiguaciones hechas por este portal en el área correspondiente en el gobierno de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires dan cuenta de que aquella situación se debió a un mal entendido por unos honorarios cobrados por un tercero (gestor) que no tenía relación alguna con Melo, quien se vio involucrado en un conflicto entre partes sin que le cupiese ningún grado de responsabilidad.
Por otra parte los antecedentes y opiniones allí recogidos solo hablan elogiosamente del funcionario radicado en Mar del Plata y de su trabajo. Algo que por cierto nos alegra.