Los embajadores argentinos, con sueldos en dólares que duplican al de Cristina Kirchner. Cobran en promedio US$16.000 mensuales en más de 90 sedes diplomáticas; Carlos Cheppi, embajador en Venezuela y líder del FPV en una ciudad traspasada por la desocupación y la pobreza, es el que más gana: US$22.000
ede ser Uruguay o Kuwait; Estados Unidos o Azerbaiyán. Los embajadores argentinos gozan de sueldos que alcanzan hasta los 22.000 dólares por mes: más del doble de lo que cobra Cristina Kirchner . Ya sean funcionarios de carrera o embajadores políticos, la mayoría tiene salarios más altos que sus pares de Chile, Brasil y Estados Unidos que residen en la Argentina. Incluso, los diplomáticos argentinos superan a algunos presidentes de la región.
Más de 90 embajadores que representan al país en todo el mundo perciben, en promedio, un sueldo de 16.885 dólares mensuales, de acuerdo a los datos oficiales que obtuvo LA NACION a través de un pedido de acceso a la información.
Carlos Cheppi, embajador argentino en Venezuela, es el más que más cobra: 22.500 dólares por mes, sin contar los descuentos, según informó Cancillería. Lo siguen sus pares en Suiza, Antonio Trombetta, y Japón, Raúl Dejean, que perciben 21.300 dólares. Están lejos de la Presidenta: Cristina Kirchner informó en enero que su sueldo es de casi 10.000 dólares (79.000 pesos). También superan los salarios de Michelle Bachelet (15.900 dólares) y Dilma Rousseff (11.700 dólares).
El caso de Carlos Bettini, embajador con residencia en Madrid, es paradigmático: cobra más de 17.000 dólares. El diplomático, hombre de confianza de la Presidenta, cuenta con haberes superiores a los funcionarios más importantes del gobierno español. Mariano Rajoy, presidente de gobierno español, percibe 8200 dólares mensuales.
Los embajadores argentinos también ganan más que sus pares de la región con residencia en la Argentina. Por ejemplo: la embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón, cobra 16.682 dólares, mientras que el embajador norteamericano en Buenos Aires -todavía no designado- recibirá 15.000 dólares. Ginés González García, embajador en Chile, tiene un sueldo de 15.300 dólares, pero su par trasandino Marcelo Díaz (según datos públicos de ese país), cobra 3157 dólares en Buenos Aires. En Brasil, Luis María Kreckler gana más de 19.000 dólares; el embajador brasileño apenas supera los 13.000 dólares.
EL SUELDO
Dos factores inciden en la composición del sueldo: el tipo de cambio y el costo de vida donde se desarrolla la misión diplomática. El salario base (unos 40.000 pesos) se convierte a dólares al tipo de cambio oficial y luego se le adiciona el llamado «costo de vida en destino», que toma como referencia cálculos de la ONU. Venezuela, por ejemplo, figura entre los primeros lugares del «índice Big Mac», que mide el nivel de precios, junto con Noruega y Suiza.
Los embajadores reciben más beneficios: cuentan con gastos de representación para las funciones que deben cumplir, como traslados, cenas y otros rubros, que están sujetos a la rendición de cuentas mediante un sistema informático. El monto se fija todos los años en una negociación que hace cada sede diplomática. Cuentan con un auto oficial y una residencia considerada territorio argentino en el exterior.
También disponen de una caja chica para el funcionamiento de la embajada. Para este ítem no hay un límite determinado porque se destina a distintos rubros, desde gastos de librería hasta refacciones de la sede diplomática, explicaron desde el Servicio Exterior de la Nación.
El manejo financiero de las embajadas quedó el mes pasado bajo la lupa. La Auditoría General de la Nación denunció graves irregularidades en las cuentas de 127 embajadas y consulados argentinos alrededor del mundo. La entidad acreditó en sus informes la existencia de presupuestos incompletos, desvíos de fondos millonarios, gastos sin rendición de cuentas, contrataciones de personal cuestionadas y alquileres sin comprobantes, entre otras irregularidades.
QUEJAS
A pesar de regirse por la política salarial del Poder Judicial, a diferencia de los jueces, entre los embajadores hay malestar porque deben pagar Ganancias, un descuento que sumado a los aportes previsionales y patronales puede alcanzar «hasta casi el 40% del salario», aseguró una fuente de Cancillería.
Para un diplomático de carrera, llegar a ser embajador puede demandar una antigüedad de más de 30 años. El sistema de ingreso es estricto y una vez en el Servicio Exterior de la Nación deben sortear evaluaciones para ascender, por mérito, los siete escalafones que tiene el sistema.
Distinta es la situación de los embajadores políticos, nombrados a dedo por la Casa Rosada. Según la ley 20.957, el Gobierno puede designar hasta 25 embajadores de manera extraordinaria, que deben dejar sus funciones cuando el presidente termina su mandato.
Entre los nombres más conocidos aparece el ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, que se desempeña en Montevideo como representante ante el Mercosur. Su salario es 16.600 dólares. La ex ministra de Seguridad, Nilda Garré, que fue nombrada como representante ante la OEA, con sede en Estados Unidos. Lo mismo sucedió con el ex ministro de Salud, Ginés González García (Chile), la ex diputada Patricia Vaca Narvaja (México), el ex secretario de Cultura, Torcuato Di Tella (Italia), Juan Pablo Cafiero (El Vaticano), Sergio Basteiro (Bolivia) y Martín Balza (Costa Rica), entre otros.