El papa visitó este domingo un barrio pobre en las afueras de Roma, sorprendiendo a sus humildes residentes, muchos de los cuales proceden de Sudamérica.
El Pontífice iba camino de visitar una parroquia en el barrio de clase trabajadora de Tiburtina, cuando pidió a sus ayudantes que hicieran un desvío para detenerse en la población, de la cual había oído hablar.
Salió del vehículo y la gente se sorprendió cuando le vieron frente a sus viviendas», dijo el párroco Aristide Sana, que se trasladó a toda prisa al lugar cuando se enteró a último minuto de la parada imprevista del Papa.
Las imágenes televisivas mostraron a Francisco rodeado de personas, en su mayoría de Perú y Ecuador, según dijo Sana.
Salieron de sus hogares, hechos de cemento, madera y metal corrugado.
¿Cuántos de ustedes aquí hablan español?», preguntó bromeando en este idioma.
¡Todos! ¡Todos!», gritaron.
Sana, cuyos feligreses llevan comida y ropa al poblado, dijo que en la comunidad, compuesta por unas 150 personas, también vive gente procedente de Rusia, Eritrea, Ucrania y Polonia.
El Papa, que ha hecho de la preocupación por los pobres el pilar central de su papado, era conocido en Buenos Aires por sus frecuentes visitas a las ‘villas miseria’ de la ciudad.