El papa Francisco alentó ayer a estudiantes de cinco continentes a tener «alas y raíces» para tender puentes y construir la paz en el mundo, al comunicarse con ellos mediante una videoconferencia, la primera de este tipo que realiza un pontífice.
Francisco accedió a dialogar con alumnos de Australia, Israel, Turquía, Sudáfrica y El Salvador en el marco de la presentación de la plataforma virtual Scholas.social, de la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro «Scholas Ocurrentes», que promueve y coordinan los docentes argentinos José María del Corral y Enrique Palmeyro.
«Tiendan puentes de paz, jueguen en equipo, hagan el futuro mejor porque acuérdense de que el futuro está en sus manos, pero no olviden la herencia que les dejaron sus mayores. Adelante con valentía, hagan el futuro», exhortó.©
El Papa sostuvo que la misión de los jóvenes es construir el futuro, pero les recordó que para hacerlo se necesitan «alas para soñar» y «raíces» para recibir la herencia de los antepasados.
La presentación de la videoconferencia estuvo a cargo del sacerdote argentino Juan Gabriel Arias, quien dio paso al diálogo con los estudiantes, que le formularon al Papa preguntas y le transmitieron sus inquietudes.
El primero en saludar al Papa fue el niño Cameron, desde Australia, quien, rodeado de sus compañeros, le agradeció al Papa por el trabajo que realiza para promover el diálogo entre las religiones, y sobre todo por su apoyo humanitario a las poblaciones desplazadas de Irak.
«En la vida podés tender puentes o levantar muros. Los muros separan, los puentes acercan», le recordó el pontífice, y agregó: «Comunicarse es dar, es generosidad, es respeto y evita todo tipo de discriminación».
Después llegó el turno de Ial, un estudiante de Tel Aviv, quien contó al Papa que en su escuela conviven alumnos islámicos, judíos y cristianos.
«Saberse comunicar en diversos idiomas, desde la identidad de la propia religión, es muy lindo», destacó el Papa.
Luego habló Sina, de una escuela en Estambul, Turquía, que le agradeció al Papa su denuncia de los crímenes de guerra y le preguntó si creía que el futuro será mejor o peor, a lo que Francisco respondió: «No tengo esa bola de cristal que tienen las brujas para mirar el futuro. Pero te quiero decir: ¿sabés dónde está el futuro? Está en tu corazón, en tu mente y en tus manos. Si sentís, si pensás y llevás adelante ese pensamiento y ese sentimiento bueno, el futuro será mejor».
Christian, un niño de habla hispana que reside junto a sus padres en Sudáfrica, sorprendió al Papa al prevenirlo: «No se ponga nervioso» al preguntarle cómo surgió el proyecto educativo Scholas Ocurrentes.
Francisco sonrió y le respondió: «Scholas surgió como una escuela de vecinos en Buenos Aires, para tender puentes. Y tendió muchos puentes, muchos puentes».
Por último, tomó la palabra Ernesto, un niño del barrio La Campanera, en San Salvador, considerado uno de los más peligrosos y dominado por una pandilla juvenil, que le expresó preocupación por el avance del crimen organizado en Centroamérica.
«Educación, deporte y cultura, íy cuidado con las maras! Así como existen puentes que nos unen, también existen comunicaciones para destruir. íEnvíen alertas! Cuando hay grupos que buscan la destrucción o la guerra y no saben trabajar en equipo, defiéndanse entre ustedes», le advirtió el pontífice.
El Papa concluyó la videoconferencia alentando a los jóvenes a no tener miedo.