Lo dijo ante el Tribunal de Rota, el cuerpo que valida los matrimonios católicos. «Mi misión es no bloquear la salvación de las personas en atolladores judiciales»,
El Papa Francisco recordó ayer que «los sacramentos son gratuitos» y por esta razón admitió su deseo de que todos los procesos eclesiásticos, también los que afectan al matrimonio, estén exentos de costos. El pontífice realizó esta afirmación en su discurso a los jueces, oficiales y colaboradores del Tribunal de Rota, encargado de validar los matrimonios católicos, y a quienes recibió con motivo de la inauguración del año judicial en el Vaticano.
«Para favorecer un acceso real de todos los fieles a la justicia de la Iglesia, me gusta subrayar que un relevante número de causas ante la Rota Romana son gratuitas para las partes que, por las precarias condiciones económicas que presentan, no pueden valerse de un abogado», dijo. Y añadió: «Los sacramentos son gratuitos. Nos conceden la gracia. Y un proceso matrimonial afecta al sacramento del matrimonio. ¬Cuánto me gustaría que todos los procesos fuesen gratuitos».
Sus palabras recordaron a las que pronunció en noviembre, cuando lamentó que algunas parroquias se hayan convertido en «casas de negocio» al cobrar por la celebración de sacramentos como los bautismos o las bodas. «Cuántas veces entramos en una iglesia, y vemos visto la lista de los precios para el bautismo, la bendición, las intenciones para la misa. Y el pueblo se escandaliza», exclamó entonces. También recordó a los miembros del Tribunal la que, a su juicio, su misión más difícil es «no bloquear la salvación de las personas en los atolladeros del ámbito judicial».
Mientras, en Alemania por ejemplo, hay un malestar creciente de muchos fieles porque los obispos de ese país privan de los sacramentos a quienes no pagan impuesto. Eso quedó de manifiesto en un reportaje realizado por la “National Public Radio” (NPR), la cadena radical pública de Estados Unidos. Gracias al impuesto a la Iglesia, en 2013, la Conferencia Episcopal Alemana recaudó alrededor de 6,7 mil millones de dólares en ingresos. Se la considera la Iglesia más adinerada del mundo. Sin embargo, los fieles en el país están disminuyendo dramáticamente, en un promedio de cien mil cada año. En 2012, en Alemania, abandonaron la Iglesia un total de 118,335 católicos.
Desde 2012, los obispos de Alemania decretaron que quienes no paguen el impuesto eclesiástico no pueden acceder a los sacramentos de confesión, comunión, confirmación o unción de los Enfermos. Sylvia Poggioli, de NPR, dice: “los obispos alemanes tienen un mensaje claro para los 25 millones de católicos del país. El camino al cielo requiere más que fe y buenas intenciones; requiere del pago de impuestos”.
Al promulgar el decreto de 2012, el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Robert Zollitsch, justificó la medida asegurando que “en Alemania, la Iglesia es una comunidad de fe que coexiste junto al sistema legal. Los dos no pueden ser separados”. Por su parte, el experto en historia de la Iglesia Carsten Frerk señaló a NPR que la norma de los Obispos alemanes “carece de sentido y no tiene asidero en el código legal de la Iglesia”. El vaticanista Sandro Magister también ha criticado la medida, a la que calificó como “excomulgar de facto” a los que no pagan el impuesto.
Fuente: Agencia EFE