La propia Casa Blanca reconoció que fue el pontífice quien tomó la iniciativa, lo habló con Obama y gestionó reuniones reservadas en el propio Vaticano.
De acuerdo a declaraciones de un alto funcionario cercano a Obama a los medios norteamericanos, el Papa Francisco y el Vaticano jugaron un importante rol en el histórico acuerdo que anunciará hoy la Casa Blanca, y cuya discusión habría comenzado luego de que el sumo pontífice «presionara» a ambos mandatarios a buscar «una relación más cercana».
La negociación, que incluiría la liberación de más de 50 prisioneros políticos norteamericanos, se mantuvo en absoluto secreto hasta hoy y concluyó «en una reunión secreta en el Vaticano». «Esto podría ser un evento transformador para EEUU y Latinoamérica,» explicó el funcionario. «El resto del mundo ya ha dejado este tema atrás».
El funcionario, cuyo nombre no trascendió, comentó que el Papa Francisco le envió una carta considerada «extraordinaria» tanto a Obama como a Castro, en la cual le pedía a ambas partes que terminaran con sus «frías relaciones».
La Casa Blanca aseguró que la carta le dio a la administración de Obama «un empuje mucho mayor y necesario para avanzar» con las negociaciones.
También agregó que el gobierno del Vaticano fue «el único que estuvo presente y participó activamente durante las negociaciones» entre ambos países.
El Vaticano «celebró las noticias» al enterarse de que ambos países habían decidido comenzar a hablar, agregó, ya que «Cuba había sido uno de los temas que más había discutido Obama durante su reunión con el Papa».
«Francico ayudó a encauzar el acuerdo, al traer el tema varias veces» durante la reunión privada que tuvo con el mandatario estadounidense el pasado marzo. El mandatario aseguró que Francisco «se encontró con un Obama dispuesto a escuchar lo que tenía pára decir» sobre la situación, ya que el presidente ya había dado la orden de buscar una conversación con Cuba.
El funcionario concluyó explicando que la mayoría de las reuniones se dieron en Canadá a principios de la primavera, pero que «el acuerdo final se cerró en el Vaticano, con oficinas facilitadas por el mismo Francisco».
Tras la carta y las negociaciones, ambos mandatarios tuvieron una histórica conversación de 45 minutos que culminó con el anuncio de hoy.