Por José Luis Ponsico (*) – La investigación del notable escritor Rodolfo Walsh «Operación Masacre» bien pudo ser el título del las crónicas sobre la Selección tras la derrota ante Croacia.
Si hubiera sido literatura política, años 60, la investigación del notable escritor Rodolfo Walsh, luego periodista, más tarde, militante político en el llamado «peronismo combativo», la televisión vernácula mostró ayer una nueva «Operación Masacre» desde Rusia. «Periodistas especializados» virtualmente «masacraron» al técnico y jugadores.
Tras la cara más triste: mal desempeño de nuestra selección -el error del arquero «Willy» Cavallero provocó la derrota ante Croacia- enseguida imágenes de enviados «especiales» reeditaron aquella «Operación Masacre». Los «periodistas» -gente que «descalifica casi por deporte»- convertidos en «fiscales». Pocas veces visto.
El libro de Walsh basado en la investigación periodística publicada en serie poco menos que «clandestina», un año más tarde de «los fusilamientos» del 56, a cargo de «la Revolución Libertadora» tuvo 15 ediciones y resultó traducido a cinco idiomas. Considerado mayor «best seller» a través del tiempo. Impactó a toda una generación
Esta vez, «Operación Masacre» recayó sobre los futbolistas de nuestro seleccionado. Como si no hubiéramos vivido antes «Debacle en Suecia´58»: derrota, la eliminación frente a Checoslovaquia 1-6, junio del 58. Cuando los futbolistas en Ezeiza regresaron bajo una lluvia de monedas. Hace 60 años.
Tampoco hubo «masacre» cuando el seleccionado de Alfio Basile que llegaba al cruce con Colombia, en el Monumental «Setiembre Negro» 93, antesala del Mundial de Estados Unidos´94, cayó estrepitosamente 0-5 con el elenco «cafetero».
El equipo de «Coco» Basile había ganado dos «Copa América» y no se recuerdan tantas críticas. Argentina en «repechaje» clasificó con lo justo (1-1 allá, 1-0 aquí) ante Australia, de nuevo en River. Colombia vivió su hora más gloriosa con un equipazo donde brillaban Valderrama, Asprilla, Rincón y Valencia, entre otros atacantes.
En el medio Julio Humberto Grondona «intervino de facto» a la selección dejando a Basile «en jaque» como ahora Jorge Sampaoli. El «monarca» de AFA propuso cinco cambios. Todos, «aceptados» por el técnico, ex «caudillo», Racing y Huracán, como defensor temperamental.
Volvió Diego Maradona -llevaba dos años suspendido tras su final en el Nápoli- y debutaron Abel Balbo, Fabián Vázquez, José Basualdo y el «Colorado» Carlos Mac Allister. hoy titular de Deporte de la Nación. Los colegas de este tiempo hoy «dramatizan» el eventual fracaso.
La frustración en el Mundial de EE.UU.94, la sanción a Maradona por el «dóping» -el «affaire» de la efedrina- entristeció a los argentinos. La Capital Federal parecía un «gran velatorio». Pero el periodismo no resultó para nada «agresivo». Argentina luego cayó ante Bulgaria y Rumania sin Maradona y no hubo dramas.
Ayer, «parodia» sin antecedentes, uno de los ciclos de «Torneos y Competencias» -la empresa televisiva contrató un hotel «cinco estrellas» en Moscú para toda la delegación, periodistas y técnicos- los panelistas, de pié, se mostraron «en un duelo». Hicieron un minuto de silencio. Una burla. Sin piedad.
Uno de los panelistas -joven Azzaro- a los gritos, reclamó algo así como «el destierro» de Lionel Messi hasta hace una semana «el mejor futbolista del mundo»; considerado por la mayoría de los propios «periodistas» que están en Rusia «uno de los mejores de toda la historia». De pronto, Messi cayó en desgracia. Algo muy argentino
Nadie reparó en dos jugadas, virtuales «trampas del destino». Mucho menos el «conductor» Diego Díaz, ex atacante de Platense en los´90, sin gran suceso, que mirando la cámara como si fuera un actor inglés del siglo pasado, reviviendo a William Shakespeare, «abominaba» a todos, al propio Messi, sus compañeros y el cuerpo técnico
Otro del mismo canal y director de una publicación deportiva se mostró «ofendido» por el juego ineficaz de la Argentina. Tal vez, como si el flojo rendimiento del equipo «le hubiera
causado a èl un daño; también a los suyos». Parecía como «atacado personalmente».
César Menotti, unas horas antes, en un video que circuló por redes sociales comentaba algo sencillo: » ¿ Sabrán muchos de éstos periodistas de éste tiempo que creen que se las saben todas, algunos con sobrepeso, sin historia como futbolistas, ni siquiera en su barrio, que viven del fútbol y el juego de los protagonistas ?», mandó el «Flaco»
Dos verdaderas «trampas del destino»: el primero penal malogrado por Messi ante Islandia -autor de 550 goles, cuatro «Botín de Oro» en Europa, 25 títulos con el Barsa, cien penales ejecutados con 75% de eficacia; en el último tramo de la Liga española ganada autor de 10 goles de tiros libres «clavados en los ángulos». Pero falló
Se supone que «La Pulga», Barrio FONAVI (Fondo Nacional de la Vivienda) suburbio de Rosario todavía «un ser humano». Alguien que puede equivocarse. En éste caso, contra «la débil» Islandia que no pudo con Nigeria y llegó al Mundial como una «sorpresa». Pero hubo otra «trampa del destino»
El arquero «Willy» Cavallero promesa en inferiores de Boca hace 15 años, consagrado en Europa donde actuó en el Manchester City y Chelsea entre otros destacados clubes ingleses, distinguido por su juego con los pies al punto de ser «el elegido» por Jorge Sampaoli y una mayoría de sus compañeros.
«De los pocos que salen jugando con ambos perfiles», dicen en el «Viejo Continente»- quiso habilitar a un compañero tal vez «sobrando» al delantero croata y virtualmente «regaló» el partido. Moraleja: Argentina podría haber ganado el partido a Islandia con el penal y Croacia con el empate parecía estar «hecha». Hoy, tendría cuatro puntos
«Aunque «la masacre» siempre está», decía Carlos Bilardo al regreso del Mundial México ´86. El doctor que se recupera en su domicilio tras un trastorno neurológico que lo tuvo internado más de diez días, decía: «Cuando un equipo anda mal, rajan al técnico. Si el futbolista tiene un bajón, no le renuevan el contrato. Es así, no ?»
«Bien, cuando los periodistas se equivocan com ocurrió con nosotros, todos decían que éramos un desastre y luego la realidad indicó otra cosa, no los deberían hacer renunciar o mandarlos a cumplir tareas de oficina ?», indagó. El triunfo de Nigeria dá chance a la Argentina. A ver si la «cultura bilardeana» hace impacto. Pero al revés.
(*) Columnista de La Señal Medios y Libre Expesión