Un grupo de arqueólogos ha descubierto los restos que el ejército alemán intentó ocultar bajo tierra en el campo de exterminio de Sobibor
El equipo de arqueólogos que trabajaba en el campo de concentración nazi de Sobibor, en Polonia oriental, ha descubierto las cámaras de gas que los nazis habían ocultado bajo tierra al final de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de unas instalaciones en las que podrían haber sido masacrados hasta un millón de judíos.
Según ha explicado Yoram Haimi, una de las personas que trabaja en las excavaciones, las fuerzas alemanas trataron de borrar todos los rastros del campamento cuando lo abandonaron el 14 de octubre de 1943. Los nazis demolieron las cámaras de gas y sobre ellas construyeron una carretera con la intención de borrar los rastros cubriendo la zona con asfalto.
Haimi ha recordado que dos de sus tíos «que habían estado viviendo en París durante la guerra y fueron detenidos por los alemanes, estaban entre aquellos que fueron asesinados en Sobibor».
Además de los restos de las cámaras los arqueólogos han encontrado objetos personales también enterrados, como un anillo de boda con la inscripción en hebreo: «he aquí, te consagras a mí».
Los historiadores afirman que existen pocos datos sobre el campamento de Sobibor precisamente porque los alemanes lo arrasaron antes de abandonarlo, por lo que las únicas referencias existentes hasta el momento se debían a los testimonios de algunos de los supervivientes que narraron su estancia en el campo de concentración.
Los arqueólogos excavaron bajo esta carretera y encontraron varias líneas de ladrillos, que coincidirían con las paredes que soportaban a las cámaras de gas. Con este descubrimiento los historiadores serán capaces de determinar el tamaño de estas instalaciones, y con ello hacerse una idea a más precisa del número total de personas que habrían sido asesinadas en este campo de concentración.
Yoram Haimi ha mostrado su sorpresa por el tamaño de estas cámaras de gas, así como por las dimensiones donde los judíos eran recluidos y el estado de conservación en que se encuentran las paredes de la cámara de gas.