Enrique García Hamilton: se fue un maestro de periodistas

 Con la muerte de Enrique Ramón García Hamilton, se aleja una figura muy destacada del periodismo tucumano, en cuyos ámbitos actuó de modo protagónico durante largos años.

«Harry» había nacido en San Miguel de Tucumán el 31 de agosto de 1933. Era hijo de don Enrique García Hamilton y doña María Helena Soaje, y nieto del fundador de LA GACETA, don Alberto García Hamilton. Residió en Buenos Aires las dos primeras décadas de su vida: estudió en la Escuela Argentina Modelo y terminó su bachillerato en el Colegio San Miguel. Inició entonces la carrera de abogacía, pero pronto la abandonó para regresar a Tucumán y dedicarse al periodismo, pasión que heredaba de sus mayores.
Poco antes, en 1952, había empezado a trabajar en la sucursal de Buenos Aires de LA GACETA. En nuestra ciudad, se inició como reportero y fue ocupando sucesivamente todos los cargos del escalafón profesional. Su carrera culminó con la función de director administrador del diario, que desempeñó desde 1989 hasta 1996. Fue también miembro del directorio de la empresa. Simultáneamente, organizó y dirigió, desde su fundación en 1981 hasta 1996, el vespertino “La Tarde”, de la misma sociedad editora.
Su desempeño al frente de LA GACETA fue de gran importancia. Comandó el rediseño integral del diario y su reequipamiento tecnológico, que incorporó el color a las ediciones. Asimismo, integró como director la Agrupación de Diarios del Interior (ADI), que reunió a los seis principales medios gráficos de las provincias, y que lanzó la revista “Nueva”.
Durante varios períodos, fue miembro del directorio de la agencia informativa Diarios y Noticias (DYN). En la década de 1960, fue corresponsal en Tucumán de la agencia Telpress y del diario “El Mundo” y, brevemente,  dictó la cátedra de Periodismo en el Gymnasium Universitario.
Integró en 1995 la comisión permanente de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Después de retirarse de LA GACETA, condujo varios años un programa de comentarios políticos en canales locales, titulado “Periodismo de Verdad”.
García Hamilton era un periodista de raza, formado a la vieja usanza, antes de las computadoras y de los celulares. Tenía un olfato especial para detectar la noticia y para perseguirla. Redactaba sus textos con estilo inconfundible y a gran velocidad. Ninguno de los requerimientos de un diario le eran ajenos. En los tiempos en que no había especialidades, desplegaba una enorme destreza no sólo para escribir, sino también para titular, para diagramar, para valorizar las fotografías. Fue, en ese sentido, maestro de una generación de redactores.
Todas estas condiciones lo rodearon de un prestigio plenamente justificado. En lo personal, fue un hombre de amena y variada conversación, gustador de la vida, amigo con muchos amigos y capaz de nobles gestos de generosidad. Era padre de siete hijos que le dieron numerosos nietos, a los que brindó sus más caros afectos.
Su fallecimiento, ocurrido una semana antes de su cumpleaños número 82, se produjo luego de una breve enfermedad. Contristó profundamente a todos los que habían podido valorar sus singulares dotes de periodista, y a los que apreciaban en plenitud sus calidades de hombre de bien.