El jugador de Quilmes Tayavek Gallizzi sigue disfrutando en primera persona del sueño de toda su vida que cada vez se está haciendo más real. De ser sparring de la selección, pasó a quedar en el equipo definitivo que viajó a España 2014 y, ahora, el pibe nacido en Santa Fe tuvo la chance de jugar sus primeros minutos en un Mundial al ingresar en el final de la amplia victoria de Argentina ante Senegal.
Desbordado de felicidad y con una amplia sonrisa, Gallizzi afirmó -con la frescura que lo caracteriza- que entró a la cancha con seguridad y mucha energía. «Quería demostrar que estaba a la altura», dijo Taya.
¿Cómo viviste desde el banco los momentos previos a tu debut en el Mundial?
-Quería que se ampliara la diferencia para tener unos minutos y poder jugar. Por suerte se dio. Entré con mucha energía, no entré nervioso. Estaba muy contento, muy feliz. Por como venía el resultado, nada de lo que hiciera iba a afectar mucho. Quería demostrar que estaba a la altura y sumar algo. Pude meter dos puntitos aunque sea. Soy de ponerme muy nervioso con el tema de los tiros libres, pero estaba tranquilo y muy seguro.
-¿Te imaginabas antes del partido que te iba a tocar debutar?
-No. Antes del partido no pensé que iba a poder jugar porque Senegal venía con la vara muy arriba, con gente muy atlética y de buen tamaño, todos muy grandotes. Pensé que iba a ser más parejo, pero jugamos bien y sacamos una buena diferencia.
-En el minuto y 38 segundos que estuviste en cancha, ¿sentiste el roce o saliste intacto?
-Ahora no siento que me haya afectado el roce. Después me voy a dar cuenta. Uno se me cayó encima. Seguro que lo voy a sentir después porque los senegaleses son muy fuertes y muy pesados. Después veré. Como ya dije, no le tengo miedo a nada.
-En el final, Lamas quería mandarte a la cancha pero no podía meter el cambio… ¿Qué pensabas en ese momento?
-Ya me estaba poniendo nervioso y un poco mal porque quería jugar. Julio (Lamas) tuvo que pedir minuto para que pudiera entrar porque pasaba el tiempo y no podía meter el cambio. Sabía que Marcos Delía tenía que tener sus minutos y Matías Bortolín también, pero Julio decidió poner a Matías de tres y fue todavía mucho mejor el momento porque pudimos entrar todos.
-¿Qué tenés para decirle a la gente de Quilmes que te sigue en Mar del Plata?
-Estoy viviendo un momento único, tengo una alegría inmensa por cómo se dio todo hasta ahora. La gente de Quilmes me viene pidiendo que juegue desde el primer partido. Hay varios quilmeños en la cancha y les tengo que agradecer a ellos y a los que están allá por todo el aguante que me están haciendo.
Fotos: Demian Schleider – www.infoliga.com.ar