Francia, plagada de policías, no logra superar el miedo

París despliega 10.000 soldados en puntos sensibles del territorio francés ante el temor a más ataques terroristas

Francia ha comenzado a reforzar y reorientar su política antiterrorista para afrontar el nuevo frente de amenazas en los suburbios de las grandes ciudades y en el exterior. El primer ministro, Manuel Valls, anunció ayer el despliegue de 10.000 soldados para vigilar puntos sensibles del territorio francés. «Se trata de una movilización militar que no se había producido nunca», puntualizó Valls.

El presidente François Hollande ha puesto en marcha ese refuerzo y reorientación, apoyándose en el sólido cimiento de la unidad nacional, confirmada el domingo por las manifestaciones públicas más grandes de la historia política nacional.

El presidente de la República presidirá mañana una gran ceremonia de homenaje a todas las víctimas de las matanzas de la semana pasada. La ceremonia tendrá honores militares en el patio de armas del Palacio Nacional de los Inválidos (Hôtel National des Invalides), donde se encuentra el actual Museo del Ejército, espacio legendario en la historia nacional, como lugar de celebración, recuerdo y homenaje a los héroes de la nación.

Hoy, el primer ministro, acompañado de Najat Vallaud-Belkacem, ministra de Educación (hija de un emigrante marroquí, iletrado y musulmán piadoso), se reunirá con los rectores de todas las academias e institutos de Francia para insistir en un punto crucial: la educación y la cultura deben estar en primera línea de «combate» (pacífico, espiritual, cultural) en la lucha contra el terror en el frente de los suburbios.

El homenaje a las víctimas, héroes nacionales, y la insistencia en la lucha contra el terror en la escuela y a todos los niveles de la educación nacional, son el cimiento del relanzamiento y reorganización en curso.

En el frente exterior, el presidente Hollande anunciará mañana el envío del portaaviones Charles-de-Gaulle al océano Índico. El Charles-de-Gaulle es el buque insignia de la Marina francesa, un portaaviones a propulsión nuclear que tiene una doble misión, simbólica y táctica. En el terreno simbólico, Francia desea subrayar una determinación militar sin falla, desplegando una pieza maestra de sus ejércitos. En el terreno táctico, el Charles-de-Gaulle tendrá por misión prestar apoyo logístico y servir de enlace operacional a las unidades del arma aérea que están interviniendo en Siria e Irak.