Francisco cumple con su trabajo y el gobierno no parece hacerlo

Por Adrián Freijo –  La fe católica es, como todas las religiones, un club de adhesión; la democracia consagrada en la Constitución no. El Papa cumple con los suyos pero los gobernantes no tanto.

Francisco ha sido por estos días tan claro como terminante. Si para los católicos el aborto es inconcebible y la vida comienza en el mismo momento de la gestación…¿qué otra cosa puede decir el papa al respecto del espinoso tema?.

Pero fiel a su convicción de abandonar siempre las zonas grises el pontífice dio la que seguramente sea la definición más fuerte haya dado la Iglesia en décadas: comparó al aborto con la ideología nazi. El Papa lo dijo cuando se recurre a él por malformaciones en el embarazo. Dijo que antes se lo hacía por «la pureza de la raza» y ahora para llevar «una vida tranquila». Sostuvo que es lo mismo pero «con guante blanco». 

«Cuando de chico la maestra nos enseñaba lo que hacían los espartanos cuando nacía un niño con malformaciones: lo llevaban al monte y lo tiraban para abajo para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo. Una atrocidad», denunció.  «Que los hijos se reciban como vienen, como Dios los manda, como Dios permite»; pidió.

Hizo «su trabajo» y lo hizo bien, sin dejar dudas ni aceptarlas. Aunque algunos hayan querido rebajar sus dichos a cuestiones de política interna. ¿Qué podía para ellos querer decir el jefe de los católicos?…¿qué Macri y los suyos pretenden una sociedad solo para los ricos y pretenden abortar de ella a los que no lo sean?. Pareciera muy rebuscado….

El Papa ha resuelto también desempolvar los documentos conciliares que ya hace 50 años echaron luz sobre la mirada que la institución tiene sobre los medios de comunicación.

Cualquier servicio debe estar al servicio del bien común y por tanto del individuo, de cada persona. Es por ello que hablar de medios de comunicación social es hablar de bien común, es hablar de la centralidad de la persona, es decir, de su dignidad, destinataria del bien común. El gran respeto debido a los derechos de la persona humana, que deben ser tutelados con todo empeño y solicitud, debe inducir al comunicador social a la observancia exacta de las normas éticas que constituyen precisamente las garantías de los derechos de la persona. Y Francisco cree que lo que se ha perdido en los medios es, en esencia, el concepto de persona y el respeto debido a ella.

«Por ejemplo pensemos: existe una ley de los medios, de comunicación, se cancela esa ley; se entrega todo el aparato comunicativo a una empresa, a una sociedad que calumnia, que dice falsedades, debilita la vida democrática», insistió el Papa.

«Luego vienen los jueces a juzgar a esta institución debilitada, estas personas destruidas, condenadas, y así va adelante una dictadura«, avanzó, en línea con la denuncia que había hecho en su homilía del 17 de mayo último sobre la relación entre jueces y medios de comunicación.

«Las dictaduras, todas, han comenzado así, con adulterar la comunicación, para poner a la comunicación en las manos de una persona sin escrúpulos, de un gobierno sin escrúpulos». Y aunque algunos quieran ver en estas afirmaciones un mensaje dirigido al corazón del gobierno argentino, es claro que solo pueden entenderlo así quienes no se han tomado el trabajo de leer el Decreto Inter Mirífica que firmó Pablo VI junto con los obispos del Concilio Ecuménico Vaticano II y que aún hoy tiene plena vigencia.

De haberlo hecho entenderían que el Papa está cumpliendo al pie de la letra con su trabajo…

Lo que nos hace concluir que si el gobierno argentino cree que todo lo que dice Francisco es dirigido a Macri y los suyos, será porque son sus integrantes los que han dejado de cumplir la tarea que les fue encomendada.

Y que tal vez sería mejor hacer su tarea que buscar en el vaticano al culpable y al pretexto de todos sus males….

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